El ser y el logos

EL SER Y EL LOGOS

El hombre es el ser del logos. Logos (nos explica Nicol) es razón y palabra: "estas dos acepciones del término son complementarias o recíprocas, como el anverso y el reverso de una moneda, y no debieron nunca desprenderse la una de la otra".
El hombre expresa lo que son las cosas representándolas simbólicamente, pero ¿Para quién realiza dicha representación?, como señalaEduardo Nicol, “el logos implica siempre a la vez una intención comunicativa y un contenido significativo”, es decir el hombre habla de las cosas para relacionarse con su semejante y de esta forma lograr la vinculación dialógica que lo aproxime al conocimiento de las cosas, ya que un hombre a solas frente a la cosa no podría llegar a captarlo. Ahora bien, la forma más elemental que tiene el hombre dedar razón (hablar) de las cosas es el uso de símbolos verbales (nombres).
Heidegger llegará a decir que el ser, al no ser algo, se identifica en definitiva con la nada. Pero esto puede decirse en un lenguaje matemático: el nombre del ser es el cero o el conjunto vacío. Ahora bien, para que las cosas se presenten como tales, para que “ahí” haya una cosa, hace falta que el lenguaje la nombre, ya queel logos recoge o reúne la multiplicidad dispersa, unifica, constituye. Una cosa se presenta como tal cuando la palabra la nombra. Algo es, finalmente, cuando el lenguaje le permite aparecer como una cosa. De ahí que Heidegger diga en su últimos escritos que el logos es “la casa del ser”.
Desde los tiempos de Parménides la metafísica occidental se caracterizó por establecer una reciprocidad entreel ser y el uno: para que una cosa sea, debe ser una cosa. Uno de los grandes méritos de Heidegger consistió en llamarnos la atención acerca de esa reciprocidad característica de la metafísica occidental. Incluso acercó a dos filósofos que hasta ese momento parecían inconciliables: Parménides y Heráclito. El primero identificaba el ser y el uno. El segundo, el ser y el logos. Al considerar que ellogos era “la casa del ser”, Heidegger condenaba de antemano la ontología que se proponía fundar. Hablar implica unificar, constituir las cosas como tales. Pero el ser no es una cosa porque no es una cosa. Heidegger podía reconstruir la metafísica como confusión entre ser y ente pero no podía hablar del “ser en tanto ser” sin precipitarse en esta misma confusión. El “olvido del ser” parecíainevitable.
Pensar es ejercitar el logos, y todo logos es expresión.
Durante siglos y siglos, desde Grecia la función expresiva del logos quedo disociada de la función noetica. La lógica misma no se concibió como sistema regulador de la expresión verbal, sino como regulador del logos en tanto que pensamiento “puro”. La expresión era una impureza, porque era externa y subalterna, derivada accidental ysubjetiva. La relación lógica era la relación interna del pensamiento consigo mismo, sin desdoblamiento dialógico, sin destinatario o interlocutor. En suma, diríase que el pensar lógico era como una acción intransitiva. Si el pensamiento se expresaba, la lógica cuidaba más bien de eliminar todos los factores propiamente expresivos de este logos.
En efecto: el logos es expresión; pero el carácterexpresivo del logos solo compromete la eficacia de su aspecto racional para quien haya previamente disociado el uno del otro los dos aspectos, y crea que son incompatibles. La verdad no sufre por ser expresiva, porque el logos, como unidad de pensamiento y palabra presenta una doble estructura. Por depurado que sea formalmente (en la teoría científica), o por expresivo que sea subjetivamente (enuna confidencia intima), el logos implica siempre a la vez una intención comunicativa y un contenido significativo.
Por imposición del método, es necesario distinguir entre expresión y significación. Pero la ventaja de claridad que procura el método se perdería si creyésemos que estos dos aspectos de un mismo dato, que nosotros distinguimos para comprenderlo mejor, son dos actos diferentes,...