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Asociacionismo comercial espacial y revitalización urbana

Asociacionismo comercial espacial y revitalización urbana
El caso de Bilbao
■ LUCÍA MEDIANO, UNAI TAMAYO Y SUSANA TEJADA Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea

L

a relación entre comercio y ciudad se justifica desde el mismo nacimiento de las propias ciudades, ya que en muchas ocasiones se considera que esprecisamente esta actividad comercial la causa de las bases económicas que justifican su origen (Hernando Rica, A., 1986; Precedo Ledo, A., 1990). Sin embargo, esta relación va más allá de la puramente económica; es necesario tener en cuenta la íntima relación que existe entre la actividad comercial y la vida social de una ciudad. Podemos considerar incluso que el comercio, y en concreto el “comerciotradicional”, se constituye en muchas ocasiones como un elemento que define el modo de ser de la ciudades y, en muchos casos, su propia estructura (Marrero, J. L., 1996;

Cruz, I. y Rebollo, A., 1995; Cruz Roche, I., 2004). A pesar de esta importante relación, no es menos cierto que en los últimos años muchas ciudades han ido perdiendo atractivo global, y en concreto atractivo comercial. Aligual que en muchas ciudades europeas, en las principales ciudades españolas, el desarrollo comercial de los últimos años se ha caracterizado por una descentralización que ha derivado en una competencia entre centro urbano y periferia, lo cual ha perjudicado principalmente al comercio urbano tradicional. A pesar de ello, tal y como señalan Warnaby y Davies (1997), también podemos destacar que, en laactualidad, el clima social es favorable a la actividad comercial en los centros urbanos. Así, si en un primer

momento los procesos de revitalización de las ciudades se habían centrado principalmente en el proceso de reurbanización, a día de hoy, los poderes públicos de las ciudades europeas están tratando de facilitar el desarrollo del comercio tradicional, como forma explícita de defensa delcentro urbano, potenciando principalmente la “compra lúdica” (Zorrilla, P y Eli. zagarate, V., 2004). En este proceso, las instituciones públicas no pueden actuar de forma unilateral, sino que requieren de la colaboración de los propios implicados. En este caso, el sector comercial urbano. Por todo ello, en los últimos años se tiene muy clara la necesidad de la colaboración público-privada para eldesarrollo de todas las iniciativas necesarias para el impulso de la ciu➮

Distribución y Consumo 178 48

MARZO-ABRIL 2006

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dad y su comercio, tal y como se recoge tanto en la declaración de Málaga (1999) (1), como en las medidas planteadas tras el diagnóstico efectuado por la Comisión de Urbanismo Comercial del Observatorio de laDistribución Comercial. Dado todo lo expuesto, creemos que es necesario propiciar lugares de encuentro para el trabajo en común. Es evidente que el propio sector debe ser partícipe activo de la parte que le corresponde a “hacer ciudad”. Su labor no puede ser individual -de cada comercio y su correspondiente comerciante- sino que deben actuar conjuntamente, dado que sólo así es posible alcanzarlos objetivos que les son comunes y sobre todo, convertirse en interlocutores válidos con la Administración. Por todo ello, se hace imprescindible la existencia de una representación fuerte por parte de los comerciantes, que en nuestra opinión se puede materializar a través de las asociaciones zonales. Sin embargo, y a pesar de que parece evidente la necesidad de un asociacionismo comercialrepresentativo, los datos que hemos obtenido no evidencian lo mismo. El modelo de asociación existente en la actualidad no parece que sea va-

lorado suficientemente por el sector, lo que hace que pierda representatividad. Las razones para justificar este hecho pueden ser muy variadas, pero al margen de ellas, también es posible que parte del problema radique en la propia configuración de estas...