entrevista
¿Cómo asume su condición de arquitecto español con mayor proyección global?
Los reconocimientos uno losrecibe con gusto, pero también con la sensación de no estar trabajando para que lleguen. En ese aspecto, la recepción del premio Pritzker en 1996 supuso la liberación de la fantasía relativa a que un día me lo pudieran dar. Fue un alivio. Bueno, no un alivio, pero hizo que contemplase sin ansiedad un posible reconocimiento.
¿A qué obliga un premio como este?
Yo no diría que comporteresponsabilidades. Uno tiene ya la responsabilidad contraída con uno mismo y con el deseo de hacer las cosas bien. Uno no sólo trabaja bien por lo que pueda representar para los demás, sino para darse a uno mismo la medida de lo que vale. Aunque luego no siempre se llega adonde querríamos llegar. Detrás de cada obra hay aspectos logrados y puntos de debilidad.
¿Qué le diría a un joven atraído por losestudios de arquitectura que duda sobre si cursarlos o no, dada la coyuntura económica e inmobiliaria?
Yo volvería a ser arquitecto si se me diese de nuevo a elegir. No me atrevería a sugerir a nadie que dejara de estudiar arquitectura porque hay crisis, por la coyuntura aciaga que atraviesa el sector de la construcción. Los aspectos valiosos de la profesión siguen vivos. Aunque no sé si eso estotalmente verdad con la nueva estructura profesional.
¿Sugiere que un joven estudiante ya no tendrá las posibilidades que tuvo usted?
¡Es que hasta ahora la arquitectura nos ha permitido estar tan atentos a tantas cosas! Empezando por lo que la propia educación como arquitecto supone: un modo de estar en el mundo atraído por esa pregunta constante sobre a qué deben su forma las cosas. Pero no. Nome atrevería a decirle a un estudiante que duda que no fuese arquitecto, porque aun en estas malas circunstancias hay lugar para una arquitectura posible, quizás menos exuberante, conspicua o espectacular que la que hemos visto en los últimos años.
Buena noticia: hay vida más allá de los edificios espectaculares a los que nos han acostumbrado.
Claro que sí. Hay otra manera de hacer las cosas,lejos de lo espectacular, y nadie va a decir que un joven arquitecto no pueda volcar en otro tipo de obras su talento o sensibilidad.
¿Y si, una vez terminados los estudios, no halla trabajo?
Aun suponiendo que no pudiese construir nunca, debería seguir adelante si de veras siente interés por la arquitectura. Incluso alguien que no esté implicado de hoz y coz en la construcción puede vivirel mundo de la arquitectura en el apartado de su estudio.
Por otra parte, siempre se puede emigrar. Usted lo hizo cuando era poco habitual.
Lo hice, y esa es la causa por la que mi carácter es ahora distinto del de entonces. Cuando yo era joven, algunos españoles teníamos, quizás por complejo de inferioridad, deseo de contactar con el exterior. Siempre me gustó salir al extranjero, para...
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