Estigmatizacion

Pensar que en la relación docente alumno se constituyen identidades no es un esfuerzo por mirar detalles en lo relativo a la práctica pedagógica sino un aspecto importante a la hora de pensar un proceso educativo. En este sentido, y refiriéndonos a la educación primaria de adultos, la mirada que el docente pose sobre los sujetos educandos, aquellos que decidieron reemprender el desafío escolarconscientes de la incompletud de esta trayectoria, no es simplemente una opinión más en la conformación del sentido que dichos sujetos se atribuyen a sus propias personas, sino una netamente estructurante en la construcción de sus subjetividades, sobre todo en lo atinente a sus desempeños en el espacio escolar.
La interacción propia de la dinámica escolar tiene lugares definidos que están cargadosde una suma de poder y simbolismo que hacen posible su funcionamiento tal como se conocen. Esto es decir que el alumno y el docente, y viceversa, tienen claro consciente, pero sobre todo inconscientemente, que no es lo mismo estar de un lado que del otro en este vínculo de tipo pedagógico. Sirve puntualizar entonces que la interiorización de las legitimidades propias del lugar del docente (por loque legalmente representa, al ocupar el lugar del Estado, pero también simbólicamente, al poseer el monopolio del saber y las formas en que este debe ser dictado, aprendido y expresado) hacen de sus apreciaciones sobre el alumno (en su tipificación, nombramiento, olvido o calificación) una voz de peso para éste último en la concepción que de sí mismo se forma.
Por consecuencia, también lasexpectativas del docente (que de forma implícita o explícita llegan al conocimiento del alumno) se transforman casi en una predicción de lo que será el trayecto del alumno durante esta relación. Ello no explica de por sí ni resuelve la cuestión sobre los resultados del proceso escolar, pero sí son un aspecto de evidente relevancia.
Para realizar un recorrido que permita reflexionar sobre este aspectodesandaremos el siguiente camino: explicaremos cómo entendemos el concepto de identidad, luego veremos cómo se introduce la mirada del Otro en su constitución, explicitaremos de qué forma funciona el mecanismo de estigmatización sobre la identidad (y sus consecuencias), describiremos la tarea paradigmática del CEA 726,  para finalmente ubicar esta cuestión en el contexto actual y ejemplificar conla noción de “fracaso escolar”.
Constitución identitaria y función de la otredad
En relación a este concepto habría que señalar que remite a aquello por lo cual un sujeto (singular o colectivo) se distingue (y es distinguido), pero que no se entiende de un modo acabado y finalista sino en permanente constitución, en un sentido procesual. Para elaborar una concepción que permita entender yexplicar de qué manera se adecúa esta cuestión a la interacción escolar y la relación docente alumno es imprescindible marcar la función de la otredad, tanto en la distinción como en la atribución[1].
En relación a lo anterior, podemos ver como la identidad se constituye desde los grupos de pertenencia (la familia, el equipo de fútbol, el ámbito escolar, etc.) pero la fijación del rol a ocupar serealiza, por un lado por rasgos caracteriológicos propios, pero por otro de atribuciones externas que concluyen por determinar el lugar del sujeto.  
Es en ese sentido necesario acentuar que la definición identitaria se hace de lugares asumidos pero también otorgados[2]. Es importante recuperar entonces esta cuestión cuando pensemos acerca del lugar que el docente le otorga al alumno, no ya sólo en laclase respecto a un espacio material sino más bien en cuanto a un espacio de consideración simbólica, al cual se adosan características modeladas por el sentido común que se suponen como propiedades innatas. Vale ejemplificar con la típica adjudicación al alumno silencioso de características pasivas, lo cual implica desmerecer cualidades que pueden ir por una reflexividad distinta, pero que se...