estudiante


“DIOS MÍO, DIOS MÍO, POR QUÉ ME HAS ABANDONADO”
Desde muy niño nunca entendí por qué Jesús, el Hijo de Dios, quien tenía plena comunión con el Padre, él que pasaba la noche orando, cuya predicación era hablar sólo de su Padre y su Reino, el que muchas veces dejo claro que lo único que tenía que hacer era la voluntad del Padre; cómo en este momento le está haciendo a Dios un reclamo: “Diosmío, Dios mío, por qué me has abandonado”…que un hombre cualquiera en un momento de angustia, de sufrimiento, de dolor, esté reclamando es muy normal; seguramente nosotros, los que estamos aquí presentes lo hemos hecho. Pero Jesús, el Hijo, el amado, el unigénito de Dios; reclamando a su Padre, cosa para mi algo ilógico, incompresible y poco creíble.
Muchas veces pensé que la traducción eraincorrecta, que Jesús no podía haber dicho estas palabras, que seguro lo que quería decir era: “Por qué los hombres te han abandonado, Dios mío”. Pero la traducción correcta de “Eloí, Eloí, Lema Sabactani” sí es “Dios mío, Dios, por qué me has abandonado”. Jesús le está diciendo a su Padre, porqué lo abandona, porqué se ha olvidado de Él, porqué le ha permitido este dolor, esta tragedia, estesufrimiento; acaso no lo ama, acaso no es su Hijo, cómo un padre permite que hagan esto, los padres terrenales no lo permitirían jamás y eso que son padres malos; cómo tú Dios, Padre misericordioso permites que hagan esto con tu Hijo… Él ya no lo siente como un Padre, por eso lo llama Dios suyo.
Ese porqué de Jesús en la cruz sólo lo entendí el 6 de marzo de este año, cuando por la enfermedad de mi tíame encontraba en el hospital; mi tía, una mujer llena de bondad, que siempre nos reflejó la imagen de Dios, nunca se quejó, nunca renegó, nunca odió, nunca habló mal de alguien; su vida era un testimonio total de entrega a Dios, en la enfermedad de su esposo nos lo de demostró. En su oración permanente a Dios, en su servicio a los demás, se desgastó totalmente por su hija y su familia, por losdemás, era ministra de la salud, ayudó a construir una Iglesia; en conclusión, una vida ejemplar, como decíamos en mi casa, una santa. Hace dos años le dio un cáncer de seno, su valentía y su confianza en Dios le había permitido salir victoriosa sólo por un mes. Cuando nos dimos cuenta de que el cáncer había hecho metástasis en todo el tórax, un segundo cáncer ya nos parecía injusto, pero al ver suconfianza en Dios, sólo la pusimos en sus manos, fue un tiempo difícil porque su salud quebrantó muy rápido, su tos y su fuerte respiración angustiaba, provocaba respirar por ella. Los médicos le dieron tres meses de vida, el cáncer había comprometido los pulmones totalmente. Su hija única, sin padre y ya con su madre enferma, pidió a Dios no por su salud, sino para que no la dejara sufrir en mediodel cáncer.
Esta imagen también me llenó de tristeza, por qué Señor su madre, la mejor de la casa, y por qué ella tenía que quedarse sola con tan sólo 19 años. Me acuerdo mucho del día en que le dijimos su situación, con una sonrisa en sus labios nos miró y nos dijo: “no nacimos para ser semillas, es el estado natural del hombre”… ¡Que mujer! , ¡que santa!, ¡que entrega total a Dios!, ¡quedesprendimiento!; la vida es prestada Señor y es hora de devolverla.
El miércoles 6 de marzo fui a visitarla al hospital, como siempre, me recibía con un beso en la mejilla y con las palabras “cómo está mi niño, me trajiste a Dios o se te quedó” se me quedó, le dije, pero te traje pescado para que cambie el pollo insípido del hospital, se sonrió y me dijo: “verdad mi niño, cómo me quiere Dios quehasta pescado me trae”.
Recordemos la imagen, una tía en la cama con cáncer, con una hija sin padre y orando para que Dios se la llevara a descansar de este dolor. A las 3 de la tarde le dio una crisis respiratoria, la hora había llegado, los médicos habían hecho de todo para reanimarla, pero sólo quedaba orar por su muerte; coloqué el aceite en sus manos y su frente, pidiendo su salvación, era...