Estudiante

Personajes:

Angelina Berruga
Josefina
Rita Berruga
Señora Aguerrevere
Encarnación Aguerrevere
Sinforoso Berruga

Salón de una casa caraqueña de los años treinta. Muebles de gente pobre. Sofá y sillas de madera. Se oye una música caraqueña de la época. Tocan la puerta. Angélica sale del cuarto y va a abrir. Entra Josefina.

Angelina: ¡Josefina! Pasa mujer.
Josefina: Angélina. ¿Cómoestán aquí?
Angelina: Llevándola, mijita. Entre fuerte y dulce, como el guarapo. ¿Y ustedes cómo están?
Josefina: Ni me preguntes, hermana. Yo con mi calvario a cuestas
Angelina: ¿Qué calvario, mujer?
Josefina: Ese calvario que se llama Pancracio Ramones.
Angelina: ¡No me digas que sigue bebiendo!
Josefina: No. Ahora no bebe, ¡ahora traga sin parar! ¡Te imaginas!
Angelina: Ay, hermana. ¡No sécómo aguantas a ese hombre!
Josefina: La necesidad, Angélica. La necesidad. ¿Qué puedo hacer? Me da lástima botarlo a la calle. Me moriría de remordimiento verlo como un pordiosero durmiendo en los bancos de la Plaza Bolívar. Después de todo no puedo olvidar los años felices que vivimos cuando éramos jóvenes, cuando teníamos todo lo que necesitábamos. Claro, la cosa comenzó cuando comenzó abeber y a jugar gallos. Por los malditos gallos perdimos todo, hasta los muebles. (Llora) Sin embargo, me queda el consuelo de que mamá no vivió para ver mi desgracia. Ni la tuya, porque tu drama no se queda atrás.
Angelina: (Picada) Bueno, si es verdad que mi matrimonio no ha sido lo que mamá soñaba, pero mijita, no es nada comparado con el tuyo.
Josefina: ¿Qué, Sinforoso no bebe ahora?
Angelina:No, mujer, está de lo más compuesto. Afortunadamente. Ahora no bebe como antes. Bueno algunas veces se echa unos palitos pero es solamente para alegrarse. Nada más.
Josefina: Bueno, si tú lo dices. Y, dime ¿sigue trabajando?
Angelina: No, mujer. Te cuento. Lo botaron de la zapatería donde trabajaba porque un día llegó al trabajo con unos palos encima y el dueño se lo reclamó. Pues el señorSinforoso se puso furioso y le dio un zapatazo en la cabeza al mismísimo dueño. Estuvo tres días preso en la policía.
Josefina: ¡Qué horror! Ah no, mijita, el mío no llega a tanto.
Angelina: Sí, pero el tuyo tiene un defecto que no tiene el mío.
Josefina: ¿Y cuál es ese defecto?
Angelina: ¡Que es burdelero! Tú sabes perfectamente que Pancracio es burdelero de afición y de profesión.
Josefina: Nome lo recuerdes. Tú sabes cómo he sufrido por eso. Ah, pero no cantes victoria porque Sinforoso no se queda atrás.
Angelina: ¿Qué estás insinuando?
Josefina: No estoy insinuando, estoy afirmando. No te hagas la que no sabes. No te eches de mosquita muerta. Tú no quieres admitir todo lo que es tu marido, pero tú sabes muy bien que Sinforoso Berruga también es burdelero.
Angelina: ¡No digas eso!¡Esos son inventos tuyos para amargarme la vida!
Josefina: No son inventos, lo que pasa es que tú no aceptas la realidad de tu matrimonio tal como es y vives inventando una vida de sueños.
Angelina: No digas más nada, Josefina. No me reproches nada.
Josefina: Sí te lo digo, porque tienes que ser realista. Porque para poder cambiar tienes que admitir la vida que llevas. ¿Sabes lo que le pasó aSinforoso la semana pasada cuando vino con la cabeza rota?
Angelina: Sí. Se resbaló con una concha de cambur y en la caída se rompió la cabeza. Eso fue lo que pasó.
Josefina: Esa fue la historia que él te contó. Y tú se la creíste. Pues no fue así. Estaba en un burdel con Pancracio. Estaba borracho y se fue a la cama con una de esas mujeres de la vida, y después resultó que no tenía dinero parapagarle a la mujer y ésta le dio un botellazo en la cabeza.
Angelina: ¡Cállate! ¡No puede ser verdad!
Josefina: Pues es la verdad. Pancracio me lo contó todo. Pero yo no te había dicho nada porque Sinforoso le pidió a Pancracio que no te lo contara. Eso y que fue un escándalo. Por poco van a parar a la policía.
Angelina: ¡Ay, Josefina, qué desgracia! ¿Qué vida tan desgraciada!
Josefina: Sí,...