Estudio

CUERPO DE BOMBEROS DE
SANTIAGO
2002
MEMORIA ANUAL
CUERPO DE BOMBEROS DE SANTIAGO
SANTIAGO ESTACION CENTRAL INDEPENDENCIA LAS CONDES LO BARNECHEA PROVIDENCIA RECOLETA RENCA VITACURA
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PRESENTACIÓN DEL SECRETARIO GENERAL
Señor Superintendente:
Dando cumplimiento a lo que dispone nuestro Reglamento General, me es muy grato, por su digno in- termedio, presentar a la consideración delDirectorio, de las autoridades de la Nación y de los Presiden- tes de las Juntas de Vecinos, la Memoria del Cuerpo de Bomberos de Santiago correspondiente al año 2002.
En esta oportunidad además, y por primera vez en la historia de nuestra Institución, presentaremos una Cuenta Pú- blica de lo que ha sido y es el Cuerpo de Bomberos de Santiago que cumple ciento cuarenta años desde aquel día enque los vecinos ilustres de la ciudad, hicieran realidad un pensamiento que venía escuchándose en los círculos más diversos de la sociedad de entonces.
Les invito a conocer en apretada síntesis, algunos hitos relacionados con el ideal que hoy nos convoca.
La historia del fuego se nos pierde en lontananza del tiempo: lo más antiguo que pudimos rescatar es que setenta años antes de Cristo,el Pretor romano Marco Licinio Craso, se preocupó del tema de la extinción del fue- go. Lo hizo de manera singular: escogía a sus víctimas ofreciéndole un servicio para prevenir las desgracias que el fuego en sus propiedades podía producir.
“¡Curioso!”, quienes no contrataban sus servicios, eran prontamente víctimas de aciagos accidentes íg- neos, que dejaban reducidas a cenizas suspropiedades.
Siglos después, aquí, entre nosotros, en Valparaíso, se había formado una Brigada de Zapadores Bombe- ros integrada por aguadores que eran empleados que llevaban el vital elemento a las casas y además, se preocupa- ban de hacer funcionar dos bombas que los vecinos porteños adquirieron como una manera de sofocar las constan- tes tragedias a que se veía esa ciudad.
Baste recordarque el 15 de marzo de 1843, el fuego consumió 15 edificios del barrio del Puerto y cerca de tres mil bultos depositados en las cercanías de las calles de la aduana. Dicen que los perjuicios fueron enormes, cuando el comercio recién comenzaba a funcionar en nuestro país.
La lección no fue aprovechada. El tiempo que cura todo, hizo que las autoridades y los habitantes olvida- ran la amenaza delfuego.
Sin embargo el enemigo acecha. El domingo 15 de diciembre de 1850 estalló un incendio en una cigarre- ría ubicada en la que hoy se llama calle Esmeralda. Las llamas se apoderaron de todo y se formó una hoguera in- mensa que amenazó por derruir la ciudad completamente.
Las autoridades y el pueblo esperaban con ansiedad la llegada de la Brigada de Zapadores Bomberos. Los aguadores deValparaíso llegaron con su material media hora después. Dicen los que saben, que no logró prestar el más insignificante servicio en la extinción del fuego.
Ahí fue el gran momento para nuestros hermanos porteños: la gente, el vecino, la organización popular, sin esperar lo que hiciera la autoridad, lanzó la idea feliz de organizar un Cuerpo de Bomberos Voluntarios y des- pués de ingentesesfuerzos, se fundó el 30 de junio de 1851.
En la capital de la República en tanto, había algunos indicios para crear un Cuerpo que pudiera apagar in- cendios. La Municipalidad de Santiago en el año 1838, dictó un reglamento para la organización de una compañía encargada de extinguir los fuegos.
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Son interesantes, algunos de los artículos de ese reglamento. El número 22, decía: todovigilante que en su punto viera incendio, correrá a hacer tocar a fuego en la catedral de la capital, de allí al depósito de Bombas a indi- car la casa del incendio, pero si este aconteciese de noche, verificarán igual servicio los serenos”. Más adelante esta normativa era mucho más drástica, con el propósito de tratar de conseguir un buen servicio bomberil: “Al que fal- tare a los...