Fichte

Fichte


En el discurrir de esta cuestión guardo la pretensión de dividir la misma en dos partes: una primera parte
como introducción, (que sigue abajo), la cual pretende ser una perspectiva global de la filosofía del XIX o
filosofía de la Europa de Viena, de forma muy general pero que es complementada y comprendida mediante
la segunda parte, que es en su mayoría una exposición de lafilosofía de Fichte como parte fundamental de un
proceder que obliga a entender el tránsito del idealismo trascendental al absoluto, incidiento sumamente también
en la determinante impronta kantiana de su idealismo trascendental, de comprensión obligatoria para
entender a Fichte.

Cuando hablamos de la Europa de Viena nos referimos a esa que va desde la revolución francesa hasta
El Pacto deViena. Es un período de relativa calma, el la cual la filosofía alemana encuentra la posibilidad de
arraigar definitivamente dos grandes corrientes, el idealismo trascendental, y su polo opuesto pero complementario
a su vez, el idealismo absoluto. Hablamos del tránsito del XVIII-XIX, un período trágico (como adjetivo) para la filosofia, entendida fuertemente en su historia, como historia de lafilosofia. Este tránsito, 'Uberbang', es el paso
del idealismo trascendental Kantiano, al absoluto Hegeliano, el cual este último es capaz de culminar la historia
de la filosofia como tal historia. Desde entonces, pretender adentrarse en historia de la filosofia comportará , como derivación, una pronta asunción del idealismo absoluto, con la única pero no menos importante advertencia de no confundirhistoria de la filosofía (entendida como acontecer del hecho), con el de la historia de la filosofia como problema nuclear al cual le es propio un discurrir único. Hegel, que se presenta él mismo como culminación, tiene
una conciencia epocal sin precedentes, encarnizando su ideal con la sentencia 'estamos en casa'.
Esta conciencia epocal es clave para el desarrollo de la filosofía moderna.Pero entonces, necesariamente
antes de esa culminación, alguien tiene que poner previamente la filosofía sobre el tapete, para que ésta sea
jugada, y ese es Kant. Lo que él representa es la diferenciación de la diferencia, mientras que Fichte la suprime y
Hegel supera la diferencia Kantiana, estableciendo el final, y así puede Nietzsche asumir el final, junto a Heidegger, dejando definitivamenteclaro que no hay otra pretensión de hacer filosofia más allá de esefinal, puesto que la
filosofia moderna es estructuralmente trágica, que no es otra cosa que una cuestión meramente ontológica, como la
que ocupó a los antiguos, de ahí el fermentar del nihilismo en lo moderno. Pero llegados aquí ya es necesario matizar
algo referido a la escisión epocal y su sentido:
Realmente, épocas de lafilosofia hay una, la moderna, esto es: si el hombre antiguo y medieval no sabía que era
antiguo y medieval respectivamente {en su sentido histórico} mientras que el hombre moderno ya estaba en una
tesitura diferencial de saber que efectivamente vive en una época moderna, entonces cuando hablamos de historia,
y por muy ambiguo que pueda parecer, a lo que nos referimos es a una única época, lamoderna, con sus raíces,
sus crisis y sus posibilidades. Una época, con todo lo que comporta. El modo de inmediatez del hombre moderno
hace aflorar en él una conciencia epocal que lo obliga a situarse entera y epocalmente.
Para la ciencia moderna, lo que no es reducido a cálculo, supone un 'aún': aún no fue reducido a cálculo
tal cosa. La ciencia no soporta la no reductibilidad a efectos prácticos.El desvelar la diferencia, que
Kant va a llevar a cabo, supone un hecho histórico de largo alcance, hasta tal punto que el idealismo absoluto,
ese que culmina, no se entiende sin ser antes comprendido su origen, el cual se sitúa en el idealismo
trascendental. El problema de la reflexión de Kant será nuclear para saber por qué esto es asi. Pero
absorver o recibir a Kant no es gratuito;...