Influencia de la unam en mi vida

INFLUENCIA DE LA UNAM EN MI VIDA
HECTOR MANUEL EZETA

Estas son unas pinceladas autobiográficas de alguien que como el que esto escribe nació con la cabeza llena de hormigas. No es cosa de risa ni debe parecerles algo extraño. Hay muchos otros que vienen al mundo con el cerebro plagado de raíces y algunos más con sólidas piedras de cantera. Entiéndase bien, nohablo de enfermedades mentales ni de medidas de inteligencia. Son simples rasgos del carácter, del temperamento, jugarretas del destino imposibles de ser previstas por los progenitores. Los cerebros hormigueantes u hormigosos tienden por su propia naturaleza a la inestabilidad, al cambio, al ir y venir sin descanso. Cruzan por la vida como caballos desbocados y suelen ser encantadores mientras nose llevan entre las patas a los a los espíritus más sosegados.

Además de ese temperamento ajetreado, el destino quería hacer de mi vida una desgracia, pero a mí, como a otros, entre ellos la tía de Jorge Ibarguengoitia, no me dio la gana de que así fuera. Por ello es que a pesar de algunas magulladuras y de varios moretones ya pasé de los setenta y todavía le ando buscando los tres pies algato de la vida.

La conciencia disparatada de la infancia y la adolescencia no tuvo un asidero al que aferrarse. El cometa viajaba a toda prisa, sin rumbo alguno, a través del éter brumoso de los años, hasta que inesperadamente la fuerza gravitatoria de un planeta desconocido lo atrajo a una misteriosa tierra donde otros muchos jóvenes como él trataban ansiosamente de descubrirse. Cuandotraspuso la enorme puerta de la Escuela Nacional Preparatoria para confirmar la presencia de su nombre en la extensa lista de los alumnos aceptados, no podía siquiera presentir que por ese solo hecho su vida había adquirido ya un sentido, una cierta razón de ser.

Era originario del Distrito Federal, del barrio de San Pedro de los Pinos. De sus años de infancia quedaba solo la sombría memoria de unhogar marcado con el estigma de un padre ausente, irresponsable, chalado en su conducta, simpático en su cinismo, y una madre prisionera de una absurda e incomprensible sumisión. Años de niño, ajenos a las tragedias de los mayores, sin el poder ni la fuerza para agitar el cuerpo de la madre y obligarla a que vomitara esa extravagante abnegación. ¿Porqué tuvo que ofrendar su joven vida al amorimposible de un hombre indiferente a las necesidades de su pareja, desertor de un cariño que no merecía? En esos años de juegos no se tiene conciencia de las maldades. Quedan para más tarde, cuando ya no se puede hacer mucho al respecto, cuando ya han quedado grabadas en el alma con pluma indeleble. Padre y madre murieron prematuramente, cuando apenas había entrado en la secundaria pública. El últimorecuerdo de su madre fue en la sección de desahuciados del Hospital General. Hasta allá le llevó la noticia de que en la clase de biología ya había aprendido como era que se concebían los niños. No los traía la cigüeña de París. Ella lo miró con tristeza y dejó escapar una lagrima por la inocencia perdida.

Murió ella y al poco tiempo también el padre dejó de existir. Una muerte absurda, comotodo lo demás que hizo y dejó de hacer cuando estuvo vivo. En la tenebrosa media noche de un pueblo de Oaxaca, sin luz eléctrica, se vino abajo en una escalera llevado de la obsesión de fumarse un Tigre antes de dormir. Los padres muertos nunca tuvieron algún patrimonio y no dejaron ningún bien material para que los dos hijos enfrentaran la orfandad. Ellos pudieron salir adelante por un legadointangible de su madre: el orgullo de llevar un apellido de estirpe liberal, herencia de un antepasado vencedor en alguna batalla contra el ejército invasor francés y custodio de don Benito Juárez en su peregrinaje republicano hasta la frontera con los Estados Unidos.

Los dos hermanos también tuvieron de su lado la protección de una vieja tía a la que preocupaba que terminaran la secundaria para...