Inst electricas puesta a tierra

Monograf´ de la Real Academia de Ciencias de Zaragoza. 27: 35–68, (2005). ıas

Einstein en Espa˜a n
Javier Turri´n Berges o
I.E.S. Virgen del Pilar. Zaragoza

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El T´ ıtulo

Cuando el profesor Boya me sugiri´ desarrollar este t´ o ıtulo, se me present´ s´bitamente o u el conflicto del significado de ´ste. No es infrecuente que, instintivamente, demos a los e t´rminos un significado un´ eıvoco, aunque nuestra experiencia y nuestro h´bito de pensar a o e nos advierten en seguida que, frente a la ilusi´n inicial, los t´rminos suelen tener significado m´ltiple, haci´ndose por tanto su significado m´s complejo. As´ que para desentra˜ar u e a ı n el contenido del t´ ıtulo, me pareci´ que pod´ emplearse dos l´gicas diferentes: la de o ıan o e a Parm´nides y la de Her´clito. Optar porParm´nides significaba la simplicidad de lo aparente. Si lo que es, es y lo e que no es, no es, Einstein es Einstein y Espa˜a es Espa˜a. Eso equival´ a detener el n n ıa tiempo y, por tanto, representaba reducir la charla al anecdotario de la visita. Pero eso es precisamente acudir al reduccionismo de la identidad, y por tanto falsear la realidad. Recurrir, en cambio a Her´clito (“el oscuro”) permit´ unainterpretaci´n m´s luminosa a ıa o a a a n ı y m´s din´mica. Si nadie se ba˜a dos veces en el mismo r´o, adquieren sentido las preguntas: ¿De qu´ Einstein hablamos? ¿A qu´ Espa˜a nos referimos? Y, en tal caso, e e n ¿en qu´ momento se hacen coincidentes? Esto har´ posible extender la valoraci´n de las e ıa o interrelaciones entre ambos sujetos a periodos m´s amplios, esto es, estudiar el grado dea impregnaci´n de la figura humana o cient´ o ıfica de Einstein o las connotaciones del personaje en la sociedad espa˜ola antes, durante y despu´s de su visita y, desde luego, indagar con n e mejor garant´ los motivos de su viaje. ıa Esta elecci´n permite, pues, evaluar la evoluci´n del sistema con el tiempo, lo que sin o o duda a˜ade complejidad y pesantez al discurso, pero est´ tambi´n m´s enconsonancia con n a e a el credo epistemol´gico einsteiniano, esto es, con la virtualidad de extender el significado o conceptual de los t´rminos consiguiendo dominios y grados de validez m´s amplios. La e a elecci´n del sistema de referencia tiene pues implicaciones cuando menos en la forma. o 35

Esta axiom´tica se completa con el siguiente principio: en la evoluci´n de los acona o tecimientoshay una l´gica subyacente. Lo que implica aceptar que la realidad est´ conso a tituida por un conjunto de variables que mantienen relaciones funcionales y cuyo valor y dependencia mutua se modifica con el tiempo, interviniendo a su vez el azar y configurando un resultado instant´neo, unico en cada momento. a ´ La variable tiempo La noci´n de tiempo impl´ o ıcita en la formulaci´n de Her´clito es,desde perspectiva m´s o a a pr´xima, una visi´n rom´ntica del mismo. El tiempo rom´ntico es un tiempo hist´rico, o o a a o no es una mera magnitud f´ ısica, su curso no es pues meramente cronol´gico, cabe cierta o fantas´ interpretativa, en la que las emociones subjetivas o colectivas intervienen en la ıa descripci´n y, por tanto, en la definici´n de la realidad, configurando a su vez, en alguna o o o oıficamente ilustrada, aunque medida, una nueva definici´n de raz´n distinta a la espec´ coincidente con ´sta en su estatuto de herramienta potencial para hacer inteligible la e realidad, realidad que es siempre din´mica. a En el desarrollo que sigue me he decantado por la segunda de las opciones por sencilla inclinaci´n personal —quiz´ el ultimo reducto de todo. o a ´ 2 Fionom´ einsteiniana ıaEl espacio-tiempo einsteiniano puede, a efectos cuando menos did´cticos, dividirse del a siguiente modo: 1. La formaci´n alemana o (de 1879 (Ulm, Suabia, Baden W¨rttemberg) a 1895 (Mil´n, Pav´ u a ıa) 2. La estancia suiza De 1895 (Aarau, Cant´n de Argau, Z´rich) a 1914 (Z´rich) o u u 3. Einstein en Berl´ ın De 1914 (Berl´ a 1933 (Berl´ ın) ın) 4. La fase americana De 1933 (Le Coq sur Mer,...