Julian

yoNunca ha entendido porque no volvió. Y nunca lo entenderá, porque su mente de madre solo repasa las imágenes de la despedida, del viaje de su amado Juan Carlos a Barranquilla, y de lo amante queera del fútbol.

"El iba para donde su esposa. Salió para Barranquilla porque iba a trabajar. A él le gustaba el Nacional. Pero no se nada de él, si está vivo, muerto o preso", dice Rosa.

Junto aRosa, Gloria Estela Sepúlveda también recordó a los suyos, o mejor, a su tragedia. En su tarjeta le envió un mensaje a los que una madrugada les fueron arrancados de su casa por hombres vestidos decamuflado, encapuchados y con armas.

"Ellos llegaron a las 3:00 de la mañana. Tumbaron la puerta y entraron en la casa preguntando por mi hermano, como no lo encontraron, se llevaron a mis doshermanos menores. A los días, mi papá salió a trabajar y tampoco volvió", cuenta Gloria.

Este episodio ocurrió hace 13 años, sin embargo, es tanto el dolor, que aún arranca lágrimas a Gloria, quien juntoa su familia tuvo que dejar todo en su parcela, allá en la vereda La Pilona, en Salgar (Antioquia).

"No hemos encontrado a ninguno. Les escribí una dedicatoria, que nos arrancaron la vida, eranpara mi la luz de mis ojos, eran todo y a raíz de la pérdida de ellos la vida se nos convirtió en dolor y pesadilla interminable", cuenta Gloria.

Un eterno homenaje

Como Gloria y Rosa, otraspersonas quisieron brindarle un homenaje a sus seres que no están, que un día se fueron y no dejaron ningún rastro. Los han buscado y no los encuentran. Hacen parte de las cerca de 16.000 personas quefueron arrebatadas a la fuerza de sus familias, según la fiscal General de la Nación, Viviane Morales.

Por eso ayer en el día Internacional contra la Desaparición Forzada, en una especie de museo y enurnas de cristal ubicadas en el parque del Bicentenario, quedaron guardados una gorra, llaveros, camisetas, cuadernos de matemáticas, medallas y trofeos, fotografías, mensajes de amor cargados de...