justicia

La buena justicia

(Sala de corte. Entran el juez y la asistente de audiencias. Hablan de los vinos y manjares con tierna malicia.)

ASISTENTE--- Por Cristo vivo que no recuerdo haber disfrutado en mi vida semejante banquete. Bien pregona la fama que en cien leguas a la redonda no hay mesa como la del señor corregidor.

JUEZ--- Cada edad tiene su pecado capital. A los veinte padecía lalujuria, a los treinta la ira y a los cuarenta la soberbia. Ahora, en mis cincuenta corridos, y antes de que me llegue la avaricia, que es maldición de viejos, bendita sea esta gula que me libra de tantos males y a la que debo tantos bienes.

ASISTENTE--- Según eso, ¿afirma vuestra señoría que la gula puede ser una virtud?

JUEZ--- Seriamente. En los años que lleva en mi secretaría, ¿qué lehan parecido mis sentencias?

ASISTENTE--- Todo el mundo las celebra como la suma de la bondad, de la sabiduría y la justicia.

JUEZ--- ¿Y a qué lo atribuye nuestra merced?

ASISTENTE--- Ante todo a nuestro noble corazón.

JUEZ--- Error profundo. 2

ASISTENTE--- A nuestro prodigioso cerebro salmantino.

ASISTENTE--- Tampoco, hermana. Todo el secreto está en el estómago. (Mientrassirve licor en dos vasos.) Un hombre bien comido es siempre un hombre bueno. Un hombre bien bebido es siempre un hombre sabio. El día que a Salomón se le ocurrió la idea de partir a un niño en dos, estaba inspirado por una luminosa digestión. (Le ofrece un vaso al secretario y levanta el suyo.)¡Por el nuevo único pecado de carne que se puede llevar dignamente a mis años!

ASISTENTE--- ¡Por elnuevo Salomón de todas las Españas!

LOS DOS--- ¡Salud! (Beben y restallan la lengua al probar y juzgar el licor de buena calidad)

ASISTENTE--- ¿Tostado?

JUEZ---Demasiado viejo para eso.

ASISTENTE--- ¿Solera?

JUEZ---Demasiado joven.

ASISTENTE---Entonces moscatel.

JUEZ--- ¡Ese!

ASISTENTE---Bendita sea la cepa madre. (Beben y restallan de nuevo.) Y ese plato que hemoscomido, ¿no podríais decirme de qué dulce milagro está hecho?

JUEZ --- ¿No sabe aún?

ASISTENTE---Por momentos sabía a pernil; por momentos, a muslo.

JUEZ---Tal vez fueron ambas cosas juntas. Piense en una.

ASISTENTE--- ¿Paloma?

JUEZ---Demasiado duras; vuelan largo.

ASISTENTE--- ¿Perdiz?

JUEZ---Demasiado flojas; vuelan corto. Piense más alto.

ASISTENTE--- ¿Patosalvaje?

JUEZ---Menos popular.

ASISTENTE--- ¿Garza?

JUEZ---Más noble aún.

ASISTENTE--- ¡Pollo!

JUEZ--- ¡Bravo mi asistente! Ya está desvelada la mitad del misterio. ¿Vamos con la otra mitad? (Se sientan juntos.)

ASISTENTE---Esperad que recuerde. Olía a rancho y a vegetal.

JUEZ---Buen inicio.

ASISTENTE---El sabor era de muerte reciente y en sazón: como de caballo porabril.

JUEZ---Cerca le anda. Pero ¿y aquella inocente ternura de manteca?

ASISTENTE--- ¿Lechón, quizá?

JUEZ---Caliente, caliente. Pero ¿y aquél sabor de carne perseguida?

ASISTENTE--- ¿Obeja?

JUEZ--- ¡Que se quema! Pero ¿y aquel gusto bravío de retama?

ASISTENTE--- ¿Jabalí?

JUEZ--- ¡Lechón de jabalí con salsa de ciruelas!

ASISTENTE--- ¡Alabado sea el Santísimo! ¿Y a quéespera el cabildo para levantar una estatua a vuestra cocinera?

JUEZ--- ¿Cocinera? ¡Vade retro, blasfemo! Si mi cocinera fuera capaz de tal prodigio, ya hace tiempo que sería mi esposa. No, hijo mío; las mujeres se quedan en los platos mostrencos: la olla podrida, la pepitoria o la menestra. Algunas, más audaces, llegan al estofado de liebre con olivas…, y hasta hay casos aislados de paella.Pero la cocina artística está reservada al genio del hombre. Y entre todos los llamados sólo hay un elegido…

ASISTENTE--- ¡Ciego de mí! No digas más: ¡Juan Blas, el posadero!

JUEZ--- ¡Juan Blas el de las Manos de Oro!

ASISTENTE---Ahora lo comprendo todo.

JUEZ---Todo, no. Todavía queda un detalle sutil. (Se acerca más. Baja la voz.) ¿No percibió en el guiso cierto aroma furtivo…,...