kant y la pedagogia

UNIVERSIDAD VIRTUAL DE QUILMES
Licenciatura en Educación
MATERIA: Pedagogía. Aula 170.
DOCENTE: Velázquez Mackenzie, Gabriela E.
ALUMNO: Rincón, Pedro Sebastián.
Septiembre de 2013.-
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Educar para la autonomía: El proyecto kantiano.
Kant, Immanuel. Tratado de pedagogía. Bogotá: Ed. Rosaristas, 1985. Disponible en: http://www.carlosmaldonado.org/articulos/KANT.pdf
¿Qué hacer para que elhombre abandone la minoría de edad? Este interrogante, planteado por Kant en su “Respuesta a la Pregunta ¿qué es la Ilustración?” de 1784, parece ser el motor también de su Tratado de Pedagogía concebido diecinueve años después. Como bien señala el interesante prólogo de la obra escrito por Carlos Maldonado, la propuesta de educar para la autonomía reviste de considerable actualidad y potencia,en tanto que el individuo se halla sometido aquí y allá por fuerzas instrumentalizantes que intentan hacer de él no más que un objeto.
La tarea educativa supone, así, un ideal antropológico. Pues “si el hombre es la única criatura que requiere educación” (KANT, 1985, p. 2) es porque el hombre no es, sino que el hombre se hace. Se manifiesta aquí, rápidamente, el afán perfeccionista del proyectokantiano: “Un principio de pedagogía que debería considerarse siempre presente, en especial por quienes elaboran planes de educación, es el de que no se debe educar a los niños a partir del estado presente de la especie humana, sino a partir de un posible mejor estado del futuro; es decir, a partir de la idea de la humanidad y de su destino” (p. 6). Se muestra evidente, en suma, que los objetivosfinales de la tarea educativa no pueden ser técnicos, utilitarios ni políticos, sino morales.
El problema central a resolverse, entonces, es el de la formación de la libertad o, mejor, de la autodeterminación racional del individuo, en tanto que el hombre debe hacerse ser moral. Paradójicamente, esta formación comienza con una actividad de reprimenda, pues “el hombre tiene por naturaleza unainclinación tan grande hacia la libertad que cuando se ha acostumbrado por mucho tiempo a ella, le sacrifica todo. […] No se trata como Rousseau y otros piensan de una muy noble inclinación por la libertad, sino de una cierta rusticidad, en la que la animalidad no se ha desarrollado todavía en humanidad” (p. 3). Por tanto, para liberarse de esa razón ajena que domina y gobierna al hombre-infante(instinto) es necesario un movimiento de negación: la disciplina.
“La disciplina convierte el estado de animalidad en el de humanidad” (p. 3). Se presenta aquí quizás el mayor escollo para la propuesta pedagógica kantiana: “¿Cómo formar la libertad con restricciones?” (p. 10). Pues bien, educar en la disciplina equivale aquí a educar en la autosuficiencia. Kant no ahorra ejemplos de cómo prevenir laformación de hábitos o costumbres que luego restrinjan la autodeterminación racional del yo mismo: “Cuanto más hábitos tenga un hombre, tanto menos libre e independiente es” (p. 14).
Solo y solo si un niño ha sido disciplinado podrá entonces abrirse paso a un segundo momento: la instrucción. Aquí, se realizará una distinción que hará escuela en el pensamiento pedagógico: Cultura libre (ocio) ycultura escolar (trabajo)1. La instrucción implica, antes que nada, trabajo. Es por ello que puede definirse a la escuela como “una cultura forzada” (p. 18). En suma, la educación para la autonomía supone como sus condiciones necesarias disciplina y trabajo.
Sin embargo, un trabajador obediente no es sinónimo de un hombre moral. Pues “La cultura moral debe fundarse sobre máximas, no en ladisciplina. Esta previene las malas costumbres, mientras que aquella forma la manera de pensar” (p. 23). Si el proyecto kantiano requiere educar en la autonomía y la moralidad, entonces requiere educar en el pensamiento, única forma de cimentar el carácter y la conducta moral. Como se afirma en el prólogo: “Para ser moral es necesario aprender a pensar. Pero éste, que es el supuesto de la libertad y de...