La acción en simone de beauvoir

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Universidad de Chile
Facultad de Filosofía y Humanidades
Seminario de Grado: “Filosofía, Literatura y Género”.
Profesora Olga Grau
Laura Munizaga Alfaro

“Para qué la Acción”
Simone de Beauvoir (1947)

Acápites: “Dios”, “La Humanidad”, “La Situación” y “Los Otros”.

El objetivo principal de esta obra, y en particular de la sección central que es el objeto de análisis, essin lugar a dudas, y como su nombre lo indica, el cuestionarse respecto al “para qué” de la acción humana, ésto en la medida de su potencial banalidad. El factor banal es el tenor principal en la situación a plantear, los actos humanos, de una u otra manera, volveríanse un círculo infinito de esfuerzos que al saciarse requerirían de otros sucesivamente, una cadena sin fin ni objetivo delimitado.Para ilustrar esta situación Beauvoir remite al ejemplo del conquistador Pirro – cuestión que podemos percibir claramente en el título original de la obra francesa, “Phirrus et Cineas”-, quien ante la inminente posesión de Grecia, se ve exaltado por la pregunta de Cineas que versa de la manera siguiente, “¿qué haremos ahora que ya Grecia ha sido conquistada?,” - a lo que Pirro replica- “puesconquistar el África”, y así, ad infinitum. En el fondo, la intención de la autora es dar una explicación sustentable del porqué encontraría eventualmente justificación el actuar humano, en desmedro, por supuesto, de la situación de perpetua repetitividad en la que ineludiblemente -al parecer- se ve inmerso.
En el presente ensayo se analizará la sección central del libro, que abarca los capítulosnominados: “Dios”, “La Humanidad”, “La Situación” y el primero de la, por la autora designada, segunda parte del libro, “Los Otros”.

Siguiendo el hilo secuencial antes mencionado, encontramos en el capítulo “Dios”, como la autora se da a la tarea de exponer la justificación cristiana del actuar humano, el que le daría pues valor a cualquier acción por sucesiva que ésta fuere. A grandes rasgos laacción humana encontraría su justificación última en el hecho de que todo cuanto se hace es por voluntad divina, o como señala Beauvoir, pues “Dios lo quiere”. No son la vida y el actuar ineludible que lleva aparejado, conquistas vanas, como las de Pirro y Cineas, las Cruzadas, como ejemplo de lucha cristiana, encuentran el fin absoluto de sus esfuerzos, cobran total sentido, en la premisa de queson efectuadas puesto que “Dios lo quiere”, de esta manera serían entonces salvadas para la eternidad. Frente a esta situación, de suyo dudosa para Beauvoir, nos increpa con la siguiente reflexión; si las acciones de los cristianos están plenamente justificadas puesto que responden a un querer divino, cabría pues preguntarse, cómo saber, o más precisamente, ¿qué es lo que quiere Dios?, o siendomás explícitos en la inquietud ¿podemos, efectivamente llegar a saber qué implica la voluntad de Dios? Al parecer los cristianos lo tendrían lo suficientemente claro, por cuanto asimilarían su actuar a un fin absoluto como parte constituyente del querer divino, pero Beauvoir ve la situación desde un prisma distinto. Según nuestra autora se da en el mismo cristianismo una paradoja. La concepción quelos cristianos tienen de Dios y las habilidades que los mismos le atribuyen, vale decir un Dios: infinito, universal, inmutable y pleno en su ser, no coincidirían en estricto rigor con la concepción de los mismos respecto de un Dios como una esencia basada en exigencias para con los hombres. Sucede que en la idea del Dios cristiano -ese ser catalogado anteriormente como universal- no cabríaestablecer distancia alguna entre proyecto y realización, de momento en que es pleno en su ser, no tiene falta, todo lo que quiere es y es lo que quiere, en este sentido es, por su universalidad, un ser de silencio, no incita a nada, existe total conformidad entre su voluntad y lo que “es”, de él no se puede predicar más que el ser, Dios es, nada más se puede aducir de Él.[1] En este sentido...