La autopista del sur

“pensamiento puro”, sino en las “novela, cuentos” ,[1] etc.. La literatura latinoamericana cobra auge y renombre a la par con el apogeo delcompromiso social y las primicias del pensamiento liberacionista, en la década de los sesenta, con obras de autores como Alejo Carpentier. El autor seconsideró como un hombre de su tiempo, en sus obras decidió abordar el contexto americano descubriendo lo fantástico y el trago amargo que podía encontrándosea cada paso ya sea en Haití, Cuba y el Caribe, escenarios de sus principales obras. En una antología de Cuentos Latinoamericanos seleccionado porConrado Zuluaga, es reeditado una vez más una obra muy conocida de Alejo Carpentier, “Los fugitivos” escrita desde los cuarenta, con esta obra, el autorrecibió el premio del concurso de cuentos, de El Nacional, de Caracas, en 1946.

Los fugitivos es un triste cuento de ocho partes, que nos adentraen la penurias que sufre Cimarrón un esclavo negro que se aventura a huir del ingenio a donde pertenecía, saliendo en su captura el capataz del ingeniocon una cuadrilla y varios perros, de los cuales uno se desvió hacia donde lo guiara su olfato, el olor a negro se perdía en el tronco de un árbol,pero el perro, que así se llamaba, ya que no tenia nombre, ya cansado y confundido por el olor a celo de una hembra se tira a descansar e ubicar elolor que por naturaleza despertaba sus instintos de macho restándole importancia a su objetivo, la captura del negro Cimarrón, aventurándose hacia