La misión como experiencia de vida cotidiana

Oracin inicial Jess t has dicho que donde dos o ms se renen en tu nombre ah ests t en medio de ellos, pues bien ahora estamos nosotros aqu, reunidos en tu nombre, queremos que te hagas presente enmedio de nosotros, que tu Santo Espritu venga y habite entre nosotros, y nos ilumine, y nos llene, que nos impregne de tal manera que llevemos su fragancia dondequiera que vayamos. Jess hazte presenteen medio de nosotros, y llnanos de ti para que nuestra vida no sea ms que una irradiacin de la tuya, y que no te pregonemos con palabras, sino con nuestro ejemplo, con el amor que recibimos de ti. gTema Un indiecito entr en un templo y contempl extasiado la luz que entraba por las cristaleras, llegaba a los santos y pareca que sala de sus manos, como si dejaran pasar la luz. Al salir lepreguntaban t porqu vas a la iglesia l responda A ver a los santos. y quines son los santos, le devolvan la pregunta. Y contestaba Los que dejan pasar la luz. Qu contestacin tan hermosa La palabra del Seorpermanece para siempre. Y esa palabra es el Evangelio que les anunciamos (1 P 1,25 cf. Is 40,8). Esta frase de la Primera carta de san Pedro, que retoma las palabras del profeta Isaas, nos muestra comoDios se comunica a s mismo mediante el don de su palabra. Esta palabra, que permanece para siempre, ha entrado en el tiempo. Dios ha pronunciado su palabra eterna de un modo humano su Verbo se hizocarne (Jn1,14). Dios se hizo palabra, y A cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios (Jn1,12). Recibir al Verbo quiere decir dejarse plasmar por l hasta el punto de llegar a ser, por elpoder del Espritu Santo, configurados con Cristo, con el Hijo nico del Padre (Jn1,14). Es el principio de una nueva creacin, nace la criatura nueva, un pueblo nuevo. Los que creen, los que viven laobediencia de la fe, han nacido de Dios (cf. Jn 1,13), son partcipes de la vida divina hijos en el Hijo (cf. Ga 4,5-6 Rm 8,14-17). San Agustn, comentando este pasaje del Evangelio de Juan, dice...