La mujer y el trabajo en uruguay

Montevideo, 22 de agosto de 2007

“La desigualdad y la opresión que sufren todas las mujeres en todas partes sigue siendo de raigambre muy profunda y siguen comprometiendo a toda la humanidad y prácticamente a casi todas las culturas existentes en el planeta. Esto tiene que ver con el funcionamiento general del sistema y la organización patriarcal en la sociedad. La mujer sigue siendo“invisible” reproductora cotidiana, doméstica y generacional de la mayor fuerza de trabajo en el mundo y de su socialización. Este hecho permite la mayor liberación de la mano de obra masculina para conducir y explotar a la mujer en el aparato productivo mundial.
(...)Como primera evidencia de esto tenemos la historia. Por el hecho de nacer, decía la Declaración de los Derechos de Virginia en 1776, todaslas personas tienen Derechos Humanos. Lo mismo se afirmaba en la Declaración de los Derechos del Hombre Y del Ciudadano de 1789. Pero lo curioso es que ninguno de esos documentos incluía a las mujeres, cuestión que quedó bien evidenciada con la ejecución en la guillotina el 7 de noviembre de 1793 de Olimpia de Gouges, quien con su testimonio de vida y una obra teatral clave, al redactar laDeclaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana fue relegada a la ignominia del patíbulo y el oprobio por el delito de haber “olvidado las virtudes de su sexo para mezclarse en los asuntos de la República”, como afirmó el procurados Chaumette al anunciar contra ella la pena de muerte por petición de Robespierre.”

Luis Pérez Aguirre
“La Condición Femenina” (1995, Trilce)
Introducción

EnUruguay, las transformaciones políticas, económicas y sociales de los últimos años han contribuido a que la mujer tome un papel más importante en la sociedad.
No obstante, aún hoy las organizaciones femeninas siguen luchando en contra del carácter de subordinación de la mujer y defendiendo su función en el mercado laboral; se han estudiado y puesto en marcha diversos grupos y programas en relación ala condición de la mujer.
Un tema importante tratado por estos grupos es el trabajo doméstico. Como en toda economía capitalista, se considera que los trabajadores familiares no remunerados forman parte también de la población económicamente activa de la sociedad. Una mujer que cose su ropa o un hombre que corta el césped están produciendo un ingreso, tal como lo haría una costurera o unjardinero. En relación con esto es posible preguntarse porqué el trabajo doméstico de la ama de casa no se tenga en cuenta y se la considere económicamente inactiva, aunque existe cada vez mayor número de amas de casa, que realizan una labor “invisible”.
Durante la década del ’90 las mujeres entraron activamente en el mercado de trabajo en la mayoría de los países de América Latina, siendo importante nosólo la cantidad sino también el aspecto cualitativo de la participación femenina.
El proceso de globalización en el que están inmersos los países provoca profundas transformaciones, algunas de las cuales han derivado en aspectos negativos tales como el desempleo, la disminución salarial, el deterioro de las condiciones de trabajo, etc.; provocando que la composición de la fuerza de trabajo seacada vez menos estable y permanente.
Los estudios sobre inserción y capacitación laboral de las mujeres han demostrado que en América latina el mercado de trabajo “sigue dividido entre tareas netamente masculinas y otras femeninas”[1].
Entonces, ¿están subvaluadas las habilidades femeninas en los puestos de trabajo? ¿Es lícita la diferencia salarial entre hombres y mujeres, como dilucidación dela concentración de mujeres en sectores menos importantes para la economía o de menor prestigio y valoración?
Las detallistas y dedicadas: ¿nos quedamos en casa?

Es importante este trascendente pero muchas veces olvidado aspecto en el ámbito laboral. Está científicamente probada la habilidad de las mujeres de realizar las tareas de forma detallada y cuidadosa sin el menor esfuerzo,...