La Novela De Jesus

La dimensión de lo grotesco y de lo ético en:
“La novela de Jesús” de Yván Silén

“Jesús orinó…” así comienza el escritor Yván Silén su última novela sobre la vida de Jesús que será, de seguro, uno de los próximos libros apócrifos de la cristiandad, que intentarán ignorar y desconocer, silenciar y sepultar los “custodios” de la fe, de la ley y de la cultura oficial, pues el Caifás del momentotiene muchas caras.

“Dio la vuelta, para que nadie lo viera, y orinó. Orinaba sangre. El orín manchaba la arena. Estaba enfermo”. De lo que se trata realmente es del drama humano en la pasión y muerte de Jesús. Es un ejercicio de imitatio, recuperar la historia de hace dos mil años montada por el lente de la actualidad. Distintas son las miradas que en esta construcción intervienen: María lamadre de Jesús, los discípulos, María Magdalena, Judas, Caifás y el mismo Jesús, entre otros, confrontarán la problemática religiosa, colonial e imperial tan parecida a la situación puertorriqueña.

Pero acerquémonos más. Para escribir de Yván Silén tengo que esquiciarme y propender a la escritura neotestamentaria o a la epístola alucinante del Juan de Patmos en su libro “Revelaciones”, recordarsiempre que “el poeta es el hombre que atalaya las fronteras inciertas de todas las cosas”[1], prepararme a la crítica virulenta de ciertos intelectuales que viven siempre reaccionando de acuerdo al oportunismo cosmético de las tacitas de té y de una burguesía clasista y folklórica que censura, exilia y silencia con la crueldad del “part-time” y el menosprecio a la diferencia y al entorno social. Mishijos me han recordado que, momentos hay que no podemos callar y he reescrito con esta lectura angustias que no me son ajenas.

Leí con pasión esta novela como quien intuye una escritura divina, ascendente, que descubre una basta y extraña libertad. La leí como leo sus poemas: con sobresalto. El enigma de su estética será tal vez la facultad de transmitirnos las singularidades del fondo humano através de una estética, forma o imagen grotesca, que se sigue percibiendo “normal” a pesar que los intereses cognoscitivos hayan cambiado. El vuelo poético, no obstante, continúa hasta la fatiga y en muchos momentos me sentí extenuado. Nos enfrentamos a una escritura tensa, transgresora y abarcadora de un orden ético, que revela la relatividad de la belleza.

Es evidente que el artista quiere darforma a un sentimiento a través de lo grotesco. Transmitir por medio de la imagen u otro tipo de manifestación de la misma: la coprolalia, la vulgaridad, lo sexual, lo fétido, la hibridez, la impureza, lo vicioso y otras formas; las caras del desamparo ¡Claro que lo feo puede ser bello y la imagen de lo refinado o grotesco es valida por sí misma!, sin embargo si esta imagen se sustenta en una idea,pensamiento, sentimiento o filosofía, la fuerza que adquiere es extraordinaria y toda manifestación estética será consecuencia de la necesidad de expresar y transmitir una significación profunda. Entonces la imagen será el vehículo para la trascendencia.

Así ocurre en “La novela de Jesús”, la estética se pone al servicio de la ética. Una lectura superficial o mal intencionada de ella puede llevara falsas interpretaciones, que desgraciadamente en nuestra cultura han sido difundidas y aún mal comprendidas por muchos. Sus manifestaciones grotescas suelen suscitar indignación y expectación, repulsión y atracción, debido a que en lo grotesco se produce una inversión del pudor. Pero no nos equivoquemos esta narrativa es profunda, auténticamente religiosa y cumple atinadamente con lospostulados cristianos bíblicos, aunque un humor “morbo” disloque para algunos su entendimiento y atractivo.

Por siglos se ha estado construyendo una visión subliminal de la historia de Jesús. La construcción de la imagen ha ido cambiando según los reclamos culturales de las épocas, hasta llegar al Jesús actual, simplón y afeminado, pro-cursor de una falsa paz, silenciadora y resignada. Una imagen...