La pianista
Lo clásico de su forma se expresa en el trío de acciones que estructura el relato. La básica, cuya iniciativa la hallamos primero en el estudiante (Benoit Magimenl)que se esfuerza por conquistar a su rígida profesora de piano (Isabelle Huppert), y que luego casi convierte a la intención en su oponente; y dos acciones subordinadas:
una que nos da la oportunidadde un análisis psicologista, la de la madre (Annie Girardot) de castradora actitud posesiva que rompe la ropa de su hija para que esté todo el tiempo libre con ella, que vela más por su lucimientoprofesional que por humanizar sus relaciones, y que llega a reveladora catarsis cuando en casi lésbica e incestuosa escena la hija logra y confiesa haberle visto los bellos del pubis a su madre; y laotra acción subordinada, la que muestra en trama la maldad a la que puede llevar la rigidez, el conflicto con la alumna, cuya debilidad lleva al joven a mostrarle solidaridad y despierta el odio en lamaestra hasta el punto de ponerle en el abrigo fragmentos de vidrios que van a dañarles los dedos de su mano. Ambas, la de la madre y la de la alumna, están estrechamente vinculadas a la acción base,obstaculizan o ayudan a su desarrollo y entendimiento.
Sin embargo, tal y como está concebido el relato, principalmente por la acción que tiene que ver con la madre, el filme no supera la visión...
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