La Secta De Los Treinta
Lo que atrajo su atención fueron los pareceres de los muertos. El cree en lo que alguna vez dijo Dios: “Dejad que los muertosentierren a sus muertos”, que condena la vanidad de sus ritos funerarios. Y da a entender que le gustan las frases que dijo nuestro Señor.
Un dictamen de una mujer codiciosa es un consejo nada equivocado.Sin embargo, son muchos los que reflexionan la parte del adulterio y las codicias de una dama ya que forma parte del deseo malvado hacia el riesgo que tomaría el dictamen.
La secta apoya a lasiglesias, sus doctores rezan al aire libre desde un cerro o en un muro o a veces en un bote a la orilla del mar. El nombre secta se ha puesto en tenaces conjeturas. Alguna quiere que nos dé la cifra que estánreducidos los fieles, la secta está destinada a la muerte. Otra lo deriva de la altura del arca que eran los treinta codos; otra de astronomía, es del número de noches que son suma del mes lunar; elbautismo del salvador; de los años de Adán. Todas son igualmente falsas. No menos mentirosa es el catálogo de los treinta tronos o divinidades.
Sabe la Verdad pero no puede razonarla. Es algoinapreciable el don de comunicarla, aunque no se le ha sido otorgada. Que otros más felices que él, salven a los sectarios por la palabra, palabra o fuego. Más vale ser ejecutado que darse muerte. Selimitara pues a la exposición del abominable de herejía.
Era muy preciso que las cosas fueran inolvidables. No bastaba la muerte de un ser humano por el hierro o por la cicuta para herir la imaginación...
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