La tutela constitucional frente a la privación de libertad: acción de hábeas corpus

“...Cada uno de nosotros llevamos algo dentro que no se puede negar, aunque nos haga gritar hasta morir. Como la vieja leyenda celta del pájaro que se clava en una espina y entonces canta hasta morir. Porque cada cual canta su propia canción, sin saber que sus trinares pueden llegar hasta las oídos más distantes, dando origen, junto a otros cantares, al más bello coro que alguna vez se hayapodido escuchar.

En homenaje a mi gran maestro, el Dr. Adolfo Alvarado Velloso. Por su canto superlativo, que jamás nadie podrá olvidar…”

LA TUTELA CONSTITUCIONAL FRENTE A LA PRIVACIÓN DE LIBERTAD: ACCIÓN DE HÁBEAS CORPUS

Por VIRNA MILENA EGUINOA de VIDAL[1]

1. Planteo del Problema de las conductas antisociales en los jóvenes:
La vulnerabilidad social, económica y culturalde niñas, niños y adolescentes, no deben ser considerados como factores de criminalización mediante la proyección de herramientas procesales que tengan por objeto la institucionalización; internación; encierro, y/o cualquier otra medida que tienda al cercenamiento de la libertad personal[2] sea cual fuere el grado de madurez de los niños.[3]
La aplicación de estas medidas atentan contra unapersona “en devenir”, que es titular de derechos, y a la vez, parte integrante de la sociedad, que debe ser acompañada hasta la vida adulta y no sancionada arbitrariamente.[4]
Sino que muy por el contrario, el estatus jurídico vigente supone que esta libertad debe ser cautelada con medidas de protección ante ciertas circunstancias y sólo puede ser limitada (no privada), por medidasexcepcionales, subsidiarias y limitadas en el tiempo. Por lo que la privación de libertad se encuentra legalmente prohibida.
En prácticamente todos los países latinoamericanos, y tal si fuera un fenómeno que se repite indefectiblemente casi como una impronta de estas latitudes del planisferio, surge un porcentaje bastante elevado de población que permanece en un estadio de pobreza histórica, endonde el deterioro de las condiciones de vida y la larga permanencia de elevadas tasas de desocupación, pobreza e indigencia, tiene efectos profundos en la estructura y los comportamientos sociales.
Esta situación influye decididamente en quienes no han alcanzado la mayor edad. Los chicos nacidos en hogares con penurias económicas, sufren la carencia de bienes y servicios básicos para laatención de su salud y en muchos casos, concurren irregularmente a la escuela por falta de medios o por tener que ayudar laboralmente a sus padres. Por eso, como reconoce el Banco Mundial, la pobreza es un obstáculo para el crecimiento. En estas condiciones los jóvenes quedan al margen de los circuitos formales de la sociedad y expuestos a la atracción de la droga, la violencia y el delito, lo cualrecicla y potencia su marginación;[5] por ello más que discutir si la demanda social de seguridad es más legítima que el interés reconocido del niño, niña y adolescente a la no privación de su libertad, propongo una alternativa: “[…] hay que debatir sin prejuicios el problema de la delincuencia juvenil atendiendo a los derechos de los jóvenes y a las circunstancias sociales que explican su conducta,[…] es necesario profundizar políticas para socializar a los jóvenes”.[6]
Lo cierto es que para la correcta solución del tema habría que remitirse a las propias "Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los Menores Privados de Libertad", adoptadas por la Asamblea General, en su Resolución 45/113 del 14 de diciembre de 1990, en cuanto en su sección I, apartado 8, en lo referente aque: “Las autoridades competentes procurarán sensibilizar constantemente al público sobre el hecho de que el cuidado de los menores detenidos y su preparación para su reintegración en la sociedad constituyen un servicio social de gran importancia y, a tal efecto, se deberá adoptar medidas eficaces para fomentar los contactos abiertos entre los menores y la comunidad local”.
Los frutos que...