Las catilinarias

TEORÍA JURÍDICA CONTEMPORANEA
AUTOR: Mariano Gómez, W.M

TITULO: MARCO TULIO CISERON, LAS CATILINARIAS

ALUMNA: FRANCO FLORES ELIZABETH.

MARCO TULIO CICERON.

LAS CATILINARIAS

Cicerón era el Cónsul y tribuno de Roma y gozaba de un amplio prestigio por ser un hombre digno, honesto, era apreciado por los integrantes del Senado y por el pueblo, que confiaban en élcomo en pocos, lo describen como “verbo elocuente de la democracia”. Cicerón descubre a tiempo la siniestra conjura que había sido preparada por el conspirador, integrante y traidor a la República conocido como Catilina, con quien tendrá que luchar cabeza visible de la corrompida casta que prepara el advenimiento del Imperio, edificando su pomposa construcción sobre crímenes, sangre y lodo.
LucioSergio Catilina lleva en su esencia las mas terribles y deplorables pasiones conocidas que invaden y corrompen al ser humano, y quien está entregado a los más turbios deseos para derrocar a la República, no cesa de conspirar alevosamente, rodeado de cómplices que afilan sus armas en la sombra codiciosos y el futuro de la República por su parte que se encuentra en grave peligro de perder elbienestar romano. Todo ello porque ha estado siendo invadida por las negras pasiones que anidan en los hombres que regresan a su patria después de largos periodos de combate tras la búsqueda y obtención de nuevos territorios y deseosos de incrementar los trofeos obtenidos como botín de las tierras conquistadas.
Sergio Catilina nació en ilustre cama, en el año 108 a de Jesé Cristo rebasaba en dos añosla edad de Cicerón. Había ejercido en África funciones de cuestor, de pretor, y de protector en los años de 78 al 66, año en el que regresa a Roma, disponiéndose a presentar su candidatura para el cargo de cónsul cuando se vio acusado por los africanos quejosos de su fraudulenta administración. El proceso en el que se vio envuelto, lo forzó a reservar sus ambiciones para los comisiones del año63. Fue alentado en sus pretensiones consulares por los dos jefes del partido aun llamado democrático, Marco Licinio y Julio Cesar, quienes emulando las proezas de Pompeyo, tenían planeado la conquista de Egipto, país rico y más civilizado de aquella época.
El Senado se oponía a nuevas expansiones territoriales. Craso hace alianza con Julio Cesar, joven sobrino de Mario y supuesto continuador dela política prevaleciente hasta entonces, se granjearon las simpatías populares para emprender sus proyectos de conquista, seductora empresa que colmaría sus ambiciones. Cautivado Cesar por estas perspectivas y viendo que su partido prefería las grandes reformas sociales, al tranquilo goce de libertades políticas, que mantenían la dignidad reinante, pensó que tal vez no rechazasen las hambrientasmasas el establecimiento de una República autoritaria, pródiga en promesas engañosas de mejoramiento económico.
A juicio de Cesar era preciso desatar la violencia, para disciplinarla luego, ligándolo con una fase de coacción anárquica y el mito del orden- los disturbios no serían prolongados, después de algunos robos y matanzas que realizarán bajo la dirección de Catilina, Roma volvería alorden y las personas acomodadas que sobreviniesen recobrarían la tranquilidad y el aclamarían como el salvador de la patria aceptando la nueva situación, más fuerte y plenamente autoritaria. El recuerdo de los malos tiempos quedaría atrás y la gente agradecería el supuesto estado de paz aun cuando fuera a pesar de ser sometidos y coartadas las libertades de las que hasta entonces el pueblo gozaba.
Deahí que Julio Cesar y Caro eran cómplices de la conjura utilizando para sus planes al muy dispuesto y corrupto Catilina, a quien le habían prometido toda clase de canonjías, riqueza y poder. Por su parte Catilina procura seducir a la opinión errante, sobre todo a esas masas empobrecidas o descontentas que sueñan con la confiscación, el pillaje y los fáciles medios. Así que les promete...