Las invasiones. las oleadas germánicas.

LUCIEN MUSSET, LAS INVASIONES: LAS OLEADAS GERMÁNICAS (les invasions. Les vagues germaniques). Editorial LABOR S.A. 2ª edición, 1973.
Musset parte desde el principio de que, al contrario de las tesis tradicionalistas que consideran el periodo de las grandes migraciones bárbaras como un intervalo de perturbaciones entre eras de “relativa” tranquilidad, la época romana es una excepción,suponiendo un lapsus entre el torbellino de invasiones anteriores y posteriores a éste. El imperio romano y la organización del limes detuvieron momentáneamente las manifestaciones en forma de grandes migraciones que tuvieron lugar desde mediados del siglo III a.C., en sentido este-oeste y nordeste-sudeste principalmente. La reaparición de estos movimientos migratorios tras la caída del imperioromano de Occidente sientan el punto de partida y el objetivo de trabajo para la investigación de Musset.

Para ello se centra de manera especial en cuestiones y aspectos sociales, geográficos y especialmente lingüísticos al objeto de comprender el hecho de las invasiones, amén de incursiones en aspectos institucionales, políticos y económicos (que el propio Musset especifica que forman otrosdos tomos, que junto con el analizado formarán un todo para abarcar el intento de comprensión de las invasiones).

Según el autor, tras la caída del imperio romano de Occidente se inició una crisis, un movimiento continuado, a la cual es difícil señalarle un claro final. Se agitaron diferentes pueblos a lo largo de siete u ocho siglos con complejas interacciones entre ellos; en los siglosIV y V se produjo el avance germano, teniendo los turcos (hunos) un papel decisivo en su desencadenamiento. El siglo VI impulsó hacia el oeste a germanos (lombardos), asiáticos (ávaros) y eslavos, y así sucesivos siglos y sucesivos movimientos migratorios que afectan a pueblos como árabes, escandinavos, turcos, vikingos, húngaros, mongoles, etc.

Para Musset un movimiento tan continuo ytan complejo sólo puede tener causas múltiples, aunque en cada uno de ellos se reconocen factores comunes a todos ellos. Por ejemplo la debilidad del Bajo Imperio en el siglo V, el fracaso de Justiniano del siglo VI, la decadencia carolingia del siglo IX. Es improcedente atribuir estas migraciones a una sola causa, pero a su vez manifiesta el autor que es “…prudente rechazar todos los intentosglobales de explicación…”, tanto los adoptados en la Edad Media por la iglesia (odio al nombre cristiano), como los sistemas modernos que buscan las causas en distintas cuestiones, como por ejemplo las pulsaciones climáticas.

A fin de estructurar su estudio, Musset propone un esquema que parte de un estadio inicial anterior a las invasiones, por un lado analizando el lado bárbaro (divididobásicamente en el mundo germánico y en el mundo de los pueblos de las estepas, esencialmente los hunos), y por el otro el lado romano, inmerso en el declive y decadencia del Bajo Imperio, incapaz de presentar resistencia alguna a la ruptura del limes, produciéndose su descomposición efectiva, en la cual jugó un importante papel la figura de Odoacro como desarticulador de la institución imperial.Con respecto al mundo germánico, Musset sintetiza que desde la época de la Téne ya existe un avance germánico hacia el sur, frenado por la expansión céltica, movimientos que estuvieron afectados constantemente por pulsaciones migratorias a lo largo de los siguientes siglos. Manifiesta que es imposible atribuir el fenómeno a causas simples, manifestando que pudieron influir causas climáticas,poblacionales, sociológicas, económicas,…pero que nunca se sabrán con certeza sus causas. Los movimientos de expansión germánica hacia el sudeste y posteriormente hacia el sudoeste, ganando terreno sobre la decadencia gala, topan con un periodo de calma hasta los emperadores antoninos, calma rota definitivamente a mediados del siglo II, a causa del debilitamiento de las fronteras romanas y por...