Las relaciones entre los padres de familia y el jardín de niños
La participación de las familias en el proyecto de gestión
Serafín Antúnez
Recordemos dónde estamos y a que nos dedicamos
La educación escolar es una tarea que los maestros realizamos por delegación de los padres y madres de nuestros alumnos. Al poner a sus hijos bajo nuestra tutela, las familias expresan un acto deconfianza ya que nos hacen entrega de un ser muy querido con la esperanza de que le ayudemos a desarrollar unas capacidades que ellos, por falta de preparación o de tiempo, no son capaces de proporcionarle.
Aunque también, desafortunadamente, en algunos casos se diría que el hecho de entregar a sus hijos a la escuela forma parte de una ceremonia de renuncia o de abandono que lleva a ladespreocupación y a la inhibición de las familias. Es muy evidente y conocido de todos nosotros que los padres cada vez mas renuncian a su función como personas que deben socializar a sus hijos, a ser quienes primero se preocupen de cultivar en ellos los hábitos personales y sociales y que han transferido esa tarea también a la escuela durante estos últimos años.
Sea como sea, los maestros compartimos conlas familias de nuestros alumnos el compromiso de educarlos, y este hecho reclama el ineludible conocimiento mutuo y la complementariedad de nuestras actuaciones. La colaboración es aun más necesaria, si cabe, cuando las evidencias nos indican que cada vez está menos clara la frontera entre lo que “debe enseñarse y aprenderse” dentro de la escuela o fuera de ella y que, como consecuencia, eltrabajo docente supone, cada vez más, continuos cambios y permutas de papeles: instructor, asistente social, tutor, orientador personal, debido a los requerimientos, también en evolución y muda constantes, que la sociedad plantea a la escuela.
La colaboración es indispensable, sobre todo en nuestro caso
Las familias, pues, tienen el derecho a interesarse por el proceso educativo que siguen sushijos en nuestras escuelas y a participar en él. Es más, en los sistemas escolares democráticos, la intervención de los agentes sociales en la educación escolar y, en concreto, de las familias, además de un derecho se considera también un deber.
Pero, además, para las escuelas y las personas que estamos comprometidas con el proyecto de gestión, la participación de las familias es unaconsecuencia de los principios normativos de respeto, equidad, igualdad de oportunidades, compensación de las desigualdades y transparencia, todos ellos estrechamente vinculados a valores democráticos que, sin duda, defendemos.
La participación, entendida como la acción de intervenir en los procesos de planificación, ejecución o control de las practicas de gestión (tanto si inciden en el gobierno de laescuela como si lo hacen en los aspectos didácticos, administrativos u organizativos), es un ejercicio en el que no solo los maestros sino también los padres de nuestros alumnos deberían se agentes principales.
¿Qué podemos hacer entonces?
Si compartimos el convencimiento anterior, los maestros, directores y supervisores que participamos en el proyecto, deberíamos en entrar caminos, prácticaso procedimientos que lo hagan posible. Para ello proponemos, en primer lugar, revisar ciertas culturas y creencias, como requisito para alcanzar lo que pretendemos. En segundo, considerar que se puede participar en diversos grados o niveles y que ninguno de ellos es desdeñable. Y en tercero, analizar otros beneficios de la participación de los padres no solo para el mejor desarrollo del proyectosino para el mejor funcionamiento de toda la institución, en general.
Revisemos las culturas y creencias
A menudo las opiniones que tenemos respecto a la participación de los padres en las tareas escolares denotan una prevención o desconfianza, no siempre justificadas. “Que cada uno actué en su terreno: ellos en la casa y nosotros en la escuela, no mezclemos las cosas” o “los padres no...
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