Lectura en México

lectura, base de la educación

Hemos de hacer de la educación
un baluarte inexpugnable
del espíritu de México.
Jaime Torres Bodet

Es claro que existe una gran preocupación entre los gobiernos y sus aparatos en lo que a lectura se refiere. O al menos los documentos oficiales así lo demuestran. Que se haya logrado disminuir los índices del analfabetismo es considerado, sin lugar aduda, un logro; pero que exista un promedio bajísimo de libros leídos por año entre los ciudadanos inquieta desde los profesores, pasando por las autoridades, y dos o tres personas algo conscientes.
México padece de la misma inquietud: “En la década reciente, México cayó 10 puntos en el número de alumnos de 15 años que leen por placer, lo que situó a nuestro país como una de las naciones de laOrganización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) donde más disminuyó la lectura por gusto entre ese sector de estudiantes.” (Avilés: 2012. p. 47) Según los datos arrojados por la Encuesta Nacional de Lectura 2009, los adolescentes mayores de 12 años leen en promedio 2.9 libros al año, muy por debajo de los número de países como España (7.7), Portugal (8.5) y Alemania (12).
Pero¿por qué causan alarma estás estadísticas? Por si fuera poco no cumplir con los estatutos de la OCDE, el reporte de la Encuesta hecho por este organismo señala que la diferencia crucial entre quienes poseen el hábito de lectura diaria por placer logran un año y medio de escolarización más frente a aquellos que no leen. A pesar de las cantidades que asigna el presupuesto (entre cinco o siete por cientodel PIB), a pesar de la inclusión de programas de lectura –tales como Leer para crecer, proyecto del Gobierno del Estado de México- en los mapas curriculares de los programas de estudio, o las convocatorias para donación de libros –“Libros del rincón” (SEP: 2014)-, la lectura es un fracaso del sistema educativo mexicano.
Empero si algún esfuerzo se acerca más a la solución, si existe alguna, esel que se ocupa en la enseñanza de estrategias de lectura. La labor de rescate cae entonces en los profesores, alumnos y padres. A través del brío conjunto, se piensa, los encargados de la enseñanza –concebidos como el auditorio a quien se le dedican todas las miradas pues son “los hombres del mañana”- impartirán en el niño y el joven el placer de leer, promoviendo la lectura de manera activa.Pues bien se ha observado que “el interés (o desinterés) de los padres en la lectura se reproduce en los hijos. Habría que medir esto, no sólo en los hogares, sino en las escuelas y universidades. Una encuesta centrada en el mundo escolar, seguramente mostraría que los maestros no leen, y que su falta de interés se reproduce en los alumnos.” (Zaid: 2006. p. 41)
Suntuosa es la tarea de promover enlos jóvenes estudiantes la utilización de estrategias que les conceda la oportunidad de gozar la interpretación y comprensión de textos escritos, no sólo literarios sino de superestructuras textuales diversas. Complejidad y riqueza, enseñanza y aprendizaje, realidad y utilidad, son algunas dificultades a las que se enfrentan día a día los profesores en las aulas que complican el desarrollo de lacompetencia lectora. Otros problemas son: el ejemplo de los padres, la carestía económica –para libros sí que se escatima en el gasto-, lo poco atractivo de las lecturas sugeridas, etcétera.

I. Leer
Hacia 2012 el 7.6% de la población mexicana es analfabeta; es decir: casi seis millones de mexicanos, mayores de quince años, no saben leer ni escribir (Animal Político: 2012). Esta cifra devela aMéxico como un país incapaz de alcanzar sus aspiraciones académicas, económicas y hasta políticas. Es preciso hacer hincapié que no sólo hay analfabetas, también semi- analfabetas, que, aunque saben leer y escribir y conocen el código, no leen ni escriben.
Saber leer consiste en decodificar un texto, o sea: comprender e interpretar la información con la inclusión de los conocimientos al bagaje...