Leona Vicario


No sólo el amor es el móvil de las acciones de las mujeres: 
ellas son capaces de todos los entusiasmos, y los deseos de
la gloria y de la libertad de la patria no les son unos sentimientos
extraños; antes bien, suelen obrar en ellas con más vigor,
como que siempre los sacrificios de las mujeres son más desinteresados.
Leona Vicario.

Si el heroísmo es una majestad en el hombre, que aunen el infortunio y la muerte lo enaltece, en la mujer es una virtud que la diviniza. Con sobrada razón nuestra insigne y heroica Leona Vicario que fue una de esas extraordinarias mujeres glorificadas en la Historia por su singular patriotismo , ha merecido bien de la patria una justa veneración a su memoria y su nombre es pronunciado con cariñosa gratitud por todo buen mexicano.

Originaria dela capital de la Nueva España, Leona Vicario vio su primera luz el 10 de abril de 1789. A la usanza de la época, recibió el bautismo a los pocos días de nacida. Se le puso el nombre de María de la Soledad Leona Camila.
Fue la única hija de un matrimonio de abolengo. Su padre, Gaspar Martín Vicario, proveniente de Castilla la Vieja, España, se destacó como comerciante y además aceptó losnombramientos de familiar de número del Santo Oficio de la Inquisición, regidor honorario de la Nobilísima Ciudad de México, cónsul del Tribunal de Mercaderes y conjuez de Alzadas del Tribunal de Minería. Su madre, Camila Fernández de San Salvador y Montiel, originaria de Toluca, tenía sangre indígena noble. Se trataba pues, de una pareja que gozaba de una muy buena posición social y económica.
En esesentido, el escenario en el cual se desarrolló la infancia de la niña Leona por supuesto que fue de opulencia. Estuvo conformado de todos los elementos para no sólo cubrir las necesidades primordiales del ser humano sino para edificar un mundo rodeado de bienes, servidumbre, viajes, tertulias en las que se relacionó con miembros importantes de la sociedad colonial. En suma, pertenecía a una familiacon un elevado poder adquisitivo que le permitía insertarse en las más altas esferas del control político, social, económico y religioso novohispanos.  Sus padres se esmeraron en su educación, cosa poco usual con las niñas de la época. Decidieron que Leona no sólo aprendiera a rezar, bordar y tocar el piano -como toda futura dama-; le inculcaron el amor por la historia, la literatura y el arte.Con ese bagaje y bajo su fisonomía, Leona debió llamar la atención, pues, a decir del historiador Genaro García: “Leona era de estatura regular, robusta y bien formada; movimientos graciosos; rostro lleno, afable y sonrosado; frente ancha, alta y vertical; cejas muy delgadas; ojos grandes, negros, de mirar luminoso, firme y enérgico; nariz fina y correcta, y boca pequeña y sonriente”.
Los padresfallecieron cuando ella era adolescente, dejando en su testamento a don Agustín Pomposo -tío de la niña- como tutor y albacea. Éste se hizo cargo de los bienes y la educación de Leona; compró una casa junto a la suya para que la joven se instalara cómodamente y, al mismo tiempo, tuviera privacidad, otra gran sorpresa para las gazmoñas costumbres de la época Leona se aficionó especialmente por loslibros de política, filosofía y ciencias. Conoció al joven Octaviano Obregón y decidió darle sus votos matrimoniales, pero el compromiso nunca llegó a celebrarse pues Octaviano se fue a España y se olvidó del asunto. Para 1809, cuando Leona tenía 20 años, llegó un joven apuesto a trabajar en el despacho de abogados de don Pomposo: su nombre era Andrés Quintana Roo.
La comunión fue casi natural;compartían ideas políticas, lecturas e intereses vitales. Al poco tiempo surgió un sentimiento más profundo, que culminaría con la petición de mano de Leona, misma que fue negada por don Pomposo -realista de hueso colorado-, sabedor de las incendiarias ideas republicanas de Andrés. Como pretexto esgrimió el anterior compromiso de Leona con Octaviano.
Puso su fortuna heredada a disposición de la...