ley 26.508

CAPÍTULO QUINTO
El salario como moneda150..
El salario es dinero, pero se paga con moneda, que es dinero garantizado. La lógica del intercambio en valores de cambio lleva a exigir la garantía del dinero, porque cualquier materia usada como MPI (por ejemplo, los metales preciosos) sufre un proceso que parece difícil de evitar, y que es muy aleccionador: la desconfianza generalizada dentro delmercado hace que la credibilidad se convierta en crédito. Veamos, pues, cómo surge la moneda y, más tarde, el billete, que termina siendo una moneda desprendida de su propia materia.
1. La desconfianza impulsa la acuñación de moneda.
1.1.El problema del peso.
Aceptado como MPI el 'peso'151 de una mercancía determinada, por ejemplo, el oro puro, la cuestión del peso (y la pureza) real del trozode oro que sirve como mediador se convierte en una cuestión de vital importancia. Unos gramos de más o menos no son ninguna tontería.
Entonces ¿qué hacer? ¿Ir cada mercader al mercado con balanzas de precisión y con instrumentos de análisis que permitan calcular la pureza? Está claro que eso sería más molesto que ir con carretas llenas de lana.
Por otra parte, dadas las condiciones anónimas delmercado y el presupuesto de que cada uno buscará los mayores 'beneficios', no hay una razón de fuste para la confianza mutua. ¿Quién engañará mejor a quién en el peso o la pureza?
Hay una solución: acudir a alguien que sea de confianza para todas las partes, y éste garantizará tanto la pureza como el peso de los trozos de metal. Surge así la acuñación de moneda152, que es dinero garantizado poralguien que tiene autoridad. Para que la garantía se extienda al trozo entero de metal, a todo lo largo y ancho de ese trozo se inscriben determinados dibujos que hagan notable cualquier adulteración, y se marca con la señal del hombre de fiar, el que posee prestigio: Señor u Obispo. A veces llevará su mismo rostro impreso153.
¿Qué ocurre entonces? Ha vuelto a encontrarse una manera de trasvasarvalor.
En efecto, el trozo de metal con peso garantizado resulta más útil para comerciar que el metal en bruto (ahorra el tener que llevar balanzas al mercado). Así pues, cualquier mercader preferirá el trozo garantizado en su peso que el no garantizado; habrá 'demanda' de garantía. Pero la garantía se paga: al ser mayor la demanda de moneda que la del oro sin acuñar, el gramo de oro acuñado valdrámás que el gramo sin acuñar. Como, simultáneamente, el gramo de oro acuñado arrebata al gramo sin acuñar su función de MPI (y, con ella, la de 'medio privilegiado de contabilidad'), ocurrirá un descenso del precio del oro en bruto, convertido ahora ya en una mercancía cuyo precio variará cuando se expresa en la nueva unidad (el 'peso' acuñado). Es decir, cualquier acuñador de moneda consuficiente prestigio, podrá comprar, por ejemplo, ciento diez 'pesos' en bruto de oro por cien 'pesos' acuñados; bastará que acuñe lo recién comprado para que gane diez 'pesos'. Será un segundo método de trasvasar valor de cambio: de los poseedores de oro pasa al poseedor de credibilidad al que, de esta manera, la sociedad confiere un verdadero crédito económico.
1.2. Miseria de la credibilidad: ladevaluación.
El hombre de prestigio garantiza así la equidad de los intercambios; pero esta garantía, basada en el puro prestigio, ¿se corresponderá con la realidad? Es decir, la moneda que dice pesar un gramo ¿pesará de verdad un gramo? Eso ocurrirá sólo si se mantiene la honradez que dio credibilidad al acuñador de moneda.
Sin embargo, las tentaciones en contra de la honradez van a ser muchas puesel hombre de prestigio, que es el garante del peso, es también el único que va a poder hacer trampa sin que, de entrada, se note. De hecho está en condiciones similares al del garante del pacto hobbesiano: su función es evitar que los demás falsifiquen la moneda, pero ¿quién podrá evitar que la falsifique él mismo? ¿Qué ocurrirá si piensa en algún proyecto de largo alcance para el que necesita...