Licenciada En Educación Especial

LA INVESTIGACIÓN COMO BASE DE LA ENSEÑANZA*
Casualmente, este año se cumplen nueve siglos del nacimiento de un hombre considerado, a menudo, como el precursor de la tradición de la especulación racional en las universidades occidentales: Pedro ABELARDO. Su mundo era, desde luego, muy diferente del nuestro, y yo carezco de competencia en la materia para recrearlo. Pero parte de mi tesis es quetodo conocimiento humano posee al respecto un elemento de error y quizá pueda adoptar a ABELARDO como fuente de mi aprendizaje, aunque no sea yo fiel a sus enseñanzas. Era, sin duda, un gran dialéctico y, por esta razón, un gran profesor. Hoy diríamos que su campo de investigación era la dialéctica y que se transmitía directamente a sus enseñanzas. "Una cosa es", escribió, "indagar en la verdad através de la deliberación y otra cosa completamente distinta hacer de la ostentación el fin de todo debate, porque mientras que la primera tarea se halla consagrada al estudio que se esfuerza por instruir, la segunda no es más que un simple impulso de orgullo que sólo busca la propia glorificación. Por una nos disponemos a aprender la sabiduría que no poseemos, por la otra exhibimos el aprendizajeque consideramos nuestro" (SIKES,

1965: 55). Postular una enseñanza basada en la investigación es, a mi modo de ver, pedirnos a nosotros, como profesores, que compartamos con nuestros alumnos o estudiantes el proceso de nuestro aprendizaje del saber que no poseemos; de este modo pueden obtener una perspectiva crítica del aprendizaje que consideramos nuestro. La enseñanza basada en lainvestigación es más exigente que la que ofrece instrucción a través de una retórica de conclusiones. ABELARDO (1972: 18-19) nos dice que pasó de una a otra bajo el extravío de su amor por Eloísa.
A medida que esta apasionada enajenación me absorbía cada vez más, dedicaba menos tiempo a la filosofía y al trabajo de la escuela. Desde luego, se me tornó odioso ir a la escuela o permanecer allí. El trabajo,además, representaba una pesada carga puesto que mis noches eran vigilias de amor y mis días estaban consagrados al estudio. Mis lecciones se tomaron profundamente descuidadas y carentes de calor: había perdido toda inspiración y todo lo que hacía era simplemente cuestión de hábito. Me había convertido tan sólo en un recitador de mis antiguos descubrimientos y, aunque todavía escribía poesías, sereferían al amor y no a los secretos de la filosofía.
Mi colega, el profesor Malcolm BRADBURY, ha apuntado la posibilidad de que algunos modernos profesores puedan tener problemas semejantes, aunque sus declaraciones en

el suplemento universitario del Times señalen que los viajes y la administración les apartan de su labor incluso más que la familia y la televisión. La idea de que lainvestigación constituye una base necesaria para una buena enseñanza no es universalmente admitida – y mucho menos practicada- incluso en las
universidades.

Joseph BEN-DAVID (1977) al reseñar Centres of Learning para la Comisión

Carnegie de Enseñanza Superior, proporciona una excelente formulación de una posición contraria. Refiriéndose a la dificultad de conciliar investigación y enseñanza, consideralas demandas en competencia de tiempo y de esfuerzo tan
Texto reproducido para fines académicos, sólo para uso interno de la institución.

sólo como un impedimento superficial y alcanza después un conflicto más fundamental. Señala que "el conocimiento que puede ser enseñado ya no requiere investigación, mientras que el conocimiento que todavía necesita ser investigado no puede ser enseñado aún"y afirma que "la enseñanza exige un cuerpo de conocimiento de autoridad ya establecido".
Pero ABELARDO operaba en el contexto de un "cuerpo de conocimiento de autoridad ya establecido" mucho más seguro que el que la mayor-la de nosotros podría advertir hoy: las Escrituras, las obras de los Padres de la Iglesia y la autoridad de la propia Iglesia; y ésta no era una autoridad que él pusiera en...