licenciatura

Nací en 1999 en el Edo. De México, por suerte, aún eran los 90’s, porque me siento más identificada con esa época.
Cuando nací, vivía en la misma casa en la que estoy viviendo ahora, y en la que nacieron 3 de mis hermanas, así es, es un sitio viejo.

Como cualquier niño promedio, aprendí a hablar y a caminar cuando tenía aproximadamente un año y en el año 2002, ingresé al kínder en la mismaescuela en la que me encuentro ahora, el CEMA.
Me costó algo de trabajo acostumbrarme a no tener a nadie con quién jugar y a no ser el centro de atención, por eso fui algo problemática
Para el año 2004, cuando tenía cinco años, mi papá había ido a caminar junto con mis hermanas y cuando regresaron trajeron con ellos un perro. Parecía enorme ante mis ojos y cuando entró en la casa, antes deque pudiera vislumbrarlos, corrí hasta subirme al respaldo del sillón gritándole a mi mamá lo más fuerte que podía que un perro de la calle se había metido a la casa.
Cuando mis papás me lo explicaron, no cabía en mí de felicidad. Ella, una hermosa pastor alemán a la cual llamamos Kiara me hizo pasar momentos inolvidables a pesar de su extrema desobediencia.
Me costó algo de trabajoacostumbrarme a no tener a nadie con quién jugar y a no ser el centro de atención, por eso fui algo problemática. Fue por ese año, cuando mis emociones eran más extremas. Al estar feliz estaba muy feliz, casi nunca estaba triste y cuando estaba enojada, hacía demasiado berrinche; Solía ser una niña caprichosa, miedosa y egoísta, pero feliz.
Ahora esto suena muy descabellado, pero en ese entonces parecíatener sentido; Recuerdo que pensaba que todo el mundo giraba alrededor de mí, que todo estaba hecho para mí. Creía que toda la gente no era en realidad como yo, que eran extraterrestres y que yo y todo el mundo era sólo su experimento; Imaginaba que cada que yo iba a un lugar ellos preparaban todo para que yo no me diera cuenta y tenían que esforzarse mucho en no prestarme atención para que nosospechara. Supongo que se debía a que yo me sorprendía demasiado de mi capacidad de razonamiento, tanto que no podía creer que otros también la tuvieran; Y a una posible falta de atención, o exceso, quién sabe.

En otra ocasión, era de noche y todos estábamos abajo, pero yo no recuerdo a qué debía subir, pero me abrumaba el miedo a los ladrones. Mis papás decidieron ayudarme a vencer mi miedodiciendo, como muchas otras veces “El valiente no es el que no tiene miedo, si no el que lo vence.” Ellos se quedaron debajo de la escalera, mientras yo subía, pero al entrar al cuarto, vi una sombra y me eché a correr para bajar, pero como aún era muy torpe para correr y para bajar las escaleras, supuse que el ladrón me atraparía demasiado rápido, así que al llegar a las escaleras salté hacia abajo.Por suerte, mi mamá estaba ahí y me cachó, aunque por tanto esfuerzo que llevaba, chocamos contra la ventana que se encuentra frente a las escaleras y la rompimos. Sólo para después darme cuenta de que la sombra era de un oso de peluche gigante encima de una silla.
Sé por boca de mi papá que un día, en una fiesta familiar, mientras sonreía estaba observando una jaula que estaba vacía, entonces mitío se acercó y me preguntó por qué estaba sonriendo y lo único que yo contesté fue: “Porque la jaula es roja”.

Todo eso sucedió a la corta edad de cinco años, la época en la que creo que he vivido más intensamente hasta ahora.

No terminé el kínder en el CEMA, cursé mi último año, preescolar, en una escuela fundada por mi mamá junto con unas socias, llamada Mario Molina Enrique. Fue unaescuela pequeña, con niños de no muy altos recursos, pero con los que me divertí demasiado.
Permanecí ahí hasta segundo de primaria, cuando la escuela tuvo que cerrar por razones que no entendía bien por entonces. Regresé al CEMA he permanecido ahí desde entonces.

Mientras fui creciendo, fui especializándome más en mi hobby favorito: Molestar a mis hermanas, principalmente a Jimena, la más...