LUna

Luna y desamor.



La tarde es fría, en el cielo el sol apresurado por dormir, le da paso a las estrellas que toman entusiasmadas el protagonismo celeste. En la ciudad, todo corre y fluye como el agua de un arroyo que pasa por los barrios pobres, gente apresurada y estresada que sin saberlo tienen una dirección similar.
Entre toda esta multitud que quiere acabar el mundo a discursos ybofetadas crueles y despiadadas de actitudes indiferentes hacia la vida; hay uno que no va con la corriente colectiva en la cual todos están inmersos, hay uno que se queda estático, quieto, como si algo le hubiera robado la vida, sin expresiones en el rostro, sin fuerzas en sus manos, sin brío en sus ojos. Y es que hay algo que lo aqueja: ¿Qué será? Quizá, la carga tan pesada que implica el paso deltiempo, y que le ha caído en sima, ese paso tan abrupto de niño a joven adulto quizás ha hecho megua en el… no, no es eso. Quizás el ajetreo diario de la vida académica ha sido demasiado dura para su joven mente que trata de mantenerse cuerda, el estrés y la carga emocional le hacen aún más difícil esta tarea... pero no, es algo más.
La luna sale por de entre los cerros tomando el domino del cielonocturno, en el parque los niños juegan, los mayores charlan, las palomas vuelan, las estrellas brillan, y el joven; el joven sigue sumido en sus pensamientos ignorante de lo que pasa a su alrededor, en su mundo un pensamiento invade su ser y no lo deja. Una pareja pasa frente a él y como por arte de magia, los mira, con anhelo y odio a la vez… Ahora está claro, ahora todo está expuesto a la vistay sale a relucir como el flash de una cámara. Ese pensamiento, el que lo invade tiene cara, nombre, dirección y apellido, no es que es un quién.
Las palomas alzan el vuelo y se posan en la torre de la iglesia preparándose para dormir, en el parque la hora que los enamorados esperan llega; esa hora de obscuridad en la que parece que todo está permitido.
Por entre las bancas las parejas empiezana desfilar. El solo puede ver y recordar: la última vez que la encontró, que la miro a los ojos, que la abrazo con fuerza y la beso con pasión desenfrenada inundando el ambiente con una admosfera de amor que parecía embellecerlo todo. Un dolor invade su pecho, una angustia que parece no tener fin, se siente asfixiado, la desesperación he impotencia se hacen presentes. Habla consigo mismo y sepregunta, ¿Cómo es que paso? ¿Cómo pudo aquello tan lindo haber acabado? Observa a las parejas y sufre en silencio.
Voltea la cara evitando seguir mirando aquel espectáculo hermoso y grotesco a la vez, su mirada se posa en un pequeño café. En el café las personas tranquilas disfrutan de una tarde excelsa libre de preocupaciones de la vida, y el joven agoniza. Es ese el café en donde tuvieron suprimera cita, es ese el café en donde se limaron las asperezas de la desconfianza, es ese café en donde dejaron de ser conocidos, amigos, se convirtieron en amantes, en donde tantas risas se dieron, tantos besos se formaron, tantas promesas se hicieron y que ahora no son más que recuerdos lastimosos de un amor ya muerto, casi enterrado, pero que aún se sienten las secuelas hirientes que dejo a su paso.Al verse invadido de recuerdos y dolor, cierra los ojos tratando de hallar refugio en la obscuridad de su ser, pero es inútil, el sentimiento ha corrompido hasta lo más profundo; en vano fue cerrar los ojos pues el vivido recuerdo de su hermoso rostro color de arena se hace presente, una pequeña lagrima corre por su mejilla.
El mundo sigue su curso, las parejas desfilando, los niños jugando, yla luna llena en lo alto proporciona una tenue luz que a pesar del alumbrado de la ciudad es capaz de agregar un toque rustico al entorno ya envuelto por la música de un mariachi que en un bar cercano, interpreta con amargura y dolorosas notas, “Ingrato Amor”.
No soporta más, quiere acabar su sufrimiento y desconsolado trata de buscar una solución. Por su mente ya al borde de la locura, he...