México - estados unidos: tensiones de vecindad

México – Estados Unidos: Tensiones de vecindad

Por Saúl Escobar Toledo
Las relaciones entre México y Estados Unidos atraviesan por un momento crítico. Pruebas de ello abundaron en los primeros meses de 2011. La muerte en San Luís Potosí de un agente norteamericano, presumiblemente a manos del crimen organizado; el conflicto con el Embajador Pascual que terminó en su dimisión: pero sobretodo las revelaciones de la operación “Rápido y Furioso” y de la incursión de vuelos de aviones no tripulados a territorio mexicano. También están las declaraciones de Obama que considera que Calderón debe sentirse frustrado por los resultados de la guerra contra el narco, reconociendo así el fracaso de las políticas contra el crimen puestas en práctica en este sexenio. Mientras tanto el ComandoNorte del Pentágono cataloga a los grupos armados de los cárteles de la droga como uno de los diez más poderosos del mundo, muy lejos del propio ejército mexicano, dando a entender con ello que la lucha contra el narco está militarmente perdida (sin el apoyo norteamericano). En tonos similares, funcionarios de alto nivel de Estados Unidos se refieren a la violencia al sur de la frontera como unaamenaza terrorista, estado fallido, riesgo inminente, falta de control, violencia sin precedentes históricos, etc.
La visita de Calderón a Obama el pasado marzo, fue más bien una muestra de debilidad y de falta de acuerdos para encontrar soluciones a los problemas de la agenda bilateral. Las declaraciones de Calderón admitiendo que “va a revisar con el Congreso todas las alternativas para reforzarla seguridad de los agentes estadounidenses que operan en México”, y que "tenemos que tener una política específica mucho más audaz, tenemos que pensar con una mente abierta y buscar soluciones mucho más creativas”no parecen apuntar más que en el sentido de una mayor intervención de los policías norteamericanos en nuestro territorio.
Hay que recordar que la llamada operación “Rápido yFurioso” fue implementada por una agencia del gobierno norteamericano para introducir ilegal y subrepticiamente armas de alto poder a territorio mexicano con la supuesta intención de rastrear a grupos del crimen organizados, todo ello no sólo violando la legalidad de ambos países sino también apretantemente, sin conocimiento de las autoridades mexicanas. Esta falta de coordinación sólo puede leerse comouna enorme desconfianza de unos con otros.
Por su parte, la revelación del New York Times de que  “el Departamento de Defensa de Estados Unidos realiza desde febrero de este año vuelos de aviones no tripulados sobre territorio mexicano para ayudar a México a recolectar información de inteligencia antinarco” sacó a la luz operaciones que se han estado haciendo sin conocimiento del Senadoy por lo tanto en abierta violación a la Constitución y a las leyes mexicanas.
Poco después, el jefe del comando Norte de EU, el almirante James Winnefeld, aseguró que las fuerzas de seguridad mexicanas enfrentan a sofisticadas organizaciones del narcotráfico, que estarían ubicadas en la lista de las 10 fuerzas militares más grandes del mundo, que además reciben alrededor de 40 mil millones dedólares al año. Casi al mismo tiempo, el director del FBI, Robert Muller, dijo sentirse preocupado porque la violencia en el norte de México pueda pasar al territorio norteamericano. Y el congresista Texano Michel McCaul presentó una iniciativa para que el Congreso de aquel país catalogue como terroristas a los cárteles mexicanos.

Pero los problemas de la relación bilateral no se reducen a lasáreas de seguridad y narcotráfico. En el tema de la de la migración también se enfrenta una crisis, es decir, un grave problema sin solución por lo menos a corto plazo pero con tensiones crecientes. De un lado, el norteamericano, la reforma no avanza en el Congreso ni se destrabará pronto, vistos los resultados de las elecciones de noviembre del año pasado, favorables a los republicanos....