Mal de escuela

La primera parte de este capítulo habla de las distintas madres que llaman al profesor a partir del mes de Marzo, buscando una nueva escuela para su hijo.
Madres desesperadas, agotadas porla trayectoria de su hijo; Madres humilladas por otras madres; Madres convencidas de que su hijo es una víctima; Madres que culpan a la institución, a la sociedad, al sistema; Madresfuriosas con sus hijos; Madres que no han llamado al Prof. En todo el año y madres que llaman constantemente; Madres que le temen a la reacción del padre; Madres que llaman llorando; y muchas más.Luego el autor nos intenta explicar que nada ocurre como está previsto, ya que la mayoría de las madres “representan el porvenir como una proyección del presente en la obsesiva pantalla delfuturo”, y si esto fuese así, él sería un reventador de cajas fuertes y no un profesor.
Explica también que existen padre que buscan lo mejor para el futuro de sus hijos desde su nacimiento,inscribiéndolos en las mejores escuelas e incentivándolos para, en un futuro, ir a la facultad.
Caso contrario, están los padres que quieren abreviar a toda costa los estudios de su hijopara ponerlo a trabajar (“No vendría mal otro sueldo en esta familia”).
Después comenta una anécdota con una pequeña alumna que caminaba preocupada por los pasillos de la escuela, y que le dijouna frase que no ha olvidado: “Señor, tengo ya doce años y medio y no he hecho nada”
Al final, el autor señala que “se llega”, uno se apaña con lo que es y acaba llegando. En su caso,profesor y novelista.
La parte final del capítulo la dedica a recordar episodios de encuentros con ex alumnos, y destaca que a pesar que por su vida pasen miles de alumnos, estará siempre en sucorazón el recuerdo de la esencia de ellos, y en los alumnos ahora ya mayores, también perdura el recuerdo de un buen profesor. Esa puede ser una de las mayores recompensas para un docente