Mensaje sin destino
Empieza por constatar la quiebra de nuestra cultura. Observa que el país carece deresponsabilidad. Señala que nos aqueja en demasía la presunción y por ello encuentra que somos una nación anti histórica.
“Si descabezamos nuestra historia, quedaremos reducidos a una corta y accidentadaaventura republicana de ciento cuarenta años, que no nos daría derecho a sentirnos pueblo en la plena atribución histórico-social de la palabra. Y si para esos ciento cuarenta años admitimos laprocedencia de los varios procesos segmentarios, de caída y ascenso, que determinan los cognomentos partidistas de Federación, Fusionismo, Regeneración Reivindicación, Legalismo, Restauración,Rehabilitación y Segunda Independencia, habremos de concluir que lejos de ser una Venezuela en categoría histórica, nuestro país es la simpe superposición cronológica de procesos tribales que no llegaron aobtener la densidad social requerida para el ascenso a nación. Pequeñas Venezuelas que explicarían nuestra tremenda crisis de pueblo. Sobre esta crisis se justifican todas las demás y se explica lamentalidad anárquica que a través de todos los gobiernos ha dado una característica de prueba y de novedad al progreso de la nación. Por ello a diario nos dolemos de ver cómo el país no ha podido realizarnada continuo. En los distintos órdenes del progreso no hemos hecho sino sustituir un fracaso por otro fracaso, para lograr como balance, la certidumbre dolorosa de que nuestra educación, nuestra...
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