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EPICURO O LA FELICIDA HEDONISTA

(342 a.C. – 270 a.C.)

“El placer es el principio y fin de la vida feliz.”

Travel, o sea viaje, en inglés es una palabra idéntica a travail: “Labor física o mental”. Trabajo, sobre todo, de naturaleza dolorosa y opresiva, esfuerzo, penuria, sufrimiento, escribe, Bruce Chatwin en uno de sus famosos libros de viajes.

Epicuro se trasladó a Atenas, contreinta y cinco años, en el 306 a.C., después de haber recorrido, como mínimo, Samos, Colofón, Rodas, Lesbos y Lámpasco. Acababa de estrenar una autonomía intelectual y vital que lo llevó a prolongar esta residencia durante treinta y cinco años: no viajará ni trabajará más.

Una de sus primeras decisiones, según explica Carlos García Gual en su excelente biografía intelectual de Epicuro, fuecomprar una casa y un huerto, El Jardín, en el barrio de Melite. Esta modesta hacienda le permitió abrir una discreta réplica de las grandes escuelas filosóficas del momento, el Liceo y la Academia, que por cierto tenía al lado de su casa. Si hacemos caso a Cicerón, que según comenta García Gual inauguró la moda de las visitas turísticas a casa de los personajes famosos en el año 78 a.C., la casa eramuy modesta y el jardín poco más que un trozo de tierra con cuatro plantas. Hay que decir, no obstante, que quizás Cicerón estaba pensando más en las ostentosas villas romanas que en las modestas construcciones atenienses de mortero de tierra y madera, con tejados planos y escasas aberturas, que en número de diez mil, según Jenofonte, formaban la ciudad en el momento de hacer estas observaciones.Y es que el paraíso epicúreo tiene mucho más que ver con una casa en las viñas de Camp de Tarragona que con una masía en el Empordà.

El Jardín, no obstante, más allá de las especulaciones arquitectónicas, era sobre todo una escuela donde se buscaba el secreto de la felicidad de vivir y de pensar con el arma más efectiva que puede tener un filósofo, cualquier persona me atrevería a sugerir: elejemplo. Un lugar de reposos donde se reunía un número indeterminado de personas para hablar, beber, comer y dar una cabezadita al fresco siempre que era posible. Como prueba de todo esto, el mismo Epicuro cuenta que durante un asedio de Atenas las habas del huerto tuvieron más poder de atracción que sus ideas para aumenta la concurrencia de los discípulos.

Una escuela que no tenía pruebas deacceso, admitía a todo tipo de gente, incluso mujeres. Los discípulos convivían en un ambiente fraterna y no paraban de hacer celebraciones; el día veinte de cada mes conmemoraban el natalicio del fundador del centro. Una especie de comuna urbana al aire libre parecida a las que después propondría la contracultura de los años sesenta como alternativa a la familia tradicional, opción que se plasmóen barrios enteros de San Francisco, Ámsterdam o Berlín. Un colectivo, unas celebraciones, que no estaban caracterizadas, sin embargo, por el abuso del seco , las drogas y el rock and roll, como las segundas, aunque quizás son más destacables los puntos de contacto que las diferencias entre estos dos ensayos alternativos a la convivencia tradicional: “Las comunas eran como películas de KenRussell: vista una, vistas todas... La casa conservaban restos descolocados del mobiliario convencional de sus últimos ocupantes burgueses. El sofá, desvencijado con los resortes al aire, estaba en el porche; la nevera aparecía como si hubiesen tirado huevos y tomates contra ella; el fregadero y los fogones presentaban un estado entre sólido y líquido. Cada pareja se había adaptado una habitación en elsegundo piso. Mi conocido vivía, al parecer solo, en el desván. La decoración consistía en alfombras, almohadones y alguna mesita baja, o en su defecto, una caja de fruta; en la pared los cubrecamas hindúes y algún mandala. Nada de pósters. La cama sólo era de agua en las comunas prósperas; no era el caso”, escribe irónicamente Luis Racionero a la hora de describir una de estas formas de...