Mujeres en la independencia de méxico

Mujeres en la Independencia de México

El lado femenino de la insurgencia

Nota: a lo largo de este trabajo se respetó la ortografía original de los documentos consultados cuando se incluyen citas textuales, las cuales aparecen en cursivas.

A las damas de México
El 22 de noviembre de 1812, el Semanario Patriótico Americano publicó un manifiesto dirigido “A las damas de México”, documentosumamente interesante que empieza refiriendo que, a pesar de ser hombres la abrumadora mayoría de personajes que figuran en la historia, no hay ninguno de ellos, por valeroso o por salvaje que haya sido, que “haya podido resistir a las encantadoras armas de la belleza”.
A la luz de los postulados de las organizaciones feministas actuales el documento resultaría denigrante, pues invita a lasmujeres a participar en la lucha, pero no tomando las armas sino valiéndose de sus encantos para motivar a los hombres, ellos sí para luchar por la independencia en los campos de batalla: “Valeos de quantos arbitrios os sugiera vuestra fecunda imaginacion. Revestid algunas veces vuestras hermosas caras de seriedad y enojo, y hechad una mirada desdeñosa a esos insurgentes tímidos y vergonzantes,dandoles a entender que no mudará vuestro aspecto hasta que no cese su inaccion y despierten de su profundo letargo. Tomad otras ocasiones ese tono jocoso que tan diestramente manejais, y con vuestras risas burlescas y satiras que no los ofendan, sino solo los inflamen, decidles que con solo leer encerrados en un quarto los impresos que llegan de la soberana junta, y esconderlos despues en el centro dela tierra sin permitir ni aún que circulen, no podrá jamás lograrse la libertad de la patria”.
Más adelante añade, dirigiéndose a las mujeres solteras: “Vosotras doncellas ilustres, cuya gracia, recato y hermosura os ha grangeado innumerables pretendientes que aspiran al sagrado vinculo del matrimonio desechad ante todas cosas á todo gachupin, no os sacrifiqueis ya por mas tiempo á su ambicion ygroseria: repeled enteramente sus tercas solicitudes para no ser víctimas de una temprana e ingominiosa viudedad (recomendación curiosa, resulta confuso cuál pueda ser su fundamento o explicación); y por lo tocante á los hijos de la pátria decidles que sereis suyas; pero que mientras la América combate está cerrado el tiempo de las nupcias, y solo queda abierto el campo de batalla donde se ha deobtener la preferencia de vuestra mano, pues estais resueltas a no darla ni entregar vuestro corazon sino al que haya sabido antes libertaros de la esclavitud en que todos gemimos”.
Invita a las casadas a presionar a sus maridos y “obligarlos a obrar en beneficio de la nacion”, y a las que se encuentren empleadas en el gobierno y “puedan por lo mismo trascender sus maquinaciones secretas, tratadde penetrárselas y apresuraos inmediatamente a dar exacta cuenta a los sabios gefes de la pátria”. Y aun a las monjas: “Nada hay reservado cuando se trata de quitar la vida a los tiranos, y aún aquellas almas consagradas solo a Dios pueden lícitamente pedir prestado al mundo los adornos a que ya habian renunciado, ataviarse con ellos, y servir a la patria cuando así lo exigen las circunstancias.¡Quantos de estos felices golpes podrian haberse logrado en México que hubieran desvaratado en el momento nuestras cadenas!”
Al menos en parte su recomendación tuvo éxito, pues no faltó la que vendió su cuerpo en favor de la causa; al menos así aparece en el proceso que se siguió contra tres mujeres, Juana Barrera, María Josefa Anaya y Luisa Vega, acusadas de intentar seducir a varios oficialesde la tropa realista para que se unieran a la causa insurgente: “Las tres Mugeres se hallan en segura Prision y el amo de la casa donde estaban, como igualm.te las dos Yeguas y un cavallo q.e devian conducir los profugos y seducidos, pasando oficio inmediatam.te al Ayudante del expresado Cuerpo, D. Rafael Guevara, p.a q.e á la mayor brevedad les forme la causa, se vea en consejo de Guerra, y...