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El nuevo amanecer en Iximché, Tecpán, Chimaltenango, empezó gris y frío por los fuertes vientos. El sol no había llegado por las nubes que lo cubrían, pero justo cuando empezó la ceremonia paradevelar la nueva escultura, un destello logró colarse.Ayer, la historia de los mayas volvió a ser escrita en una de sus formas originales: tallada en piedra. Miembros de la Comunidad Lingüística MayaKaqchikel Kaji’ Imox decidieron retomar la tradición de sus antepasados para marcar fechas que consideran importantes.Los glifos grabados empiezan su relato con el Oxlajuj Bak’tun, día en el que que losdioses colocaron las Tres Piedras de la Creación, que en el mundo occidental se conoce como las estrellas que forman el Cinturón de Orión. También incluye la creación de la ciudad de Iximché, larevuelta de los Tuquché, la llegada de Pedro de Alvarado, el año cuando Juan José Arévalo abolió las leyes que esclavizaban a los mayas, el reconocimientos de los pueblos indígenas en la Constitución de1985 y el nuevo Bak’tun celebrado ayer.Las dos estelas, una en Iximché y otra en Mixco Viejo, fueron moldeadas con marmolina por el escultor Emerson Chicol. Para el diseño, asegura, participaron 15personas, entre las que se encontraban académicos, epigrafistas, artistas y de oficios varios.Los recursos para su elaboración fueron donados por miembros de dicha comunidad lingüística, empresarios,personas individuales, el Ministerio de Cultura, entre otros.
Detalles pendientes Ante la mirada inexperta de los visitantes que presenciaron el evento, la estela les pareció poco estética, principalmentepor la ausencia de grabados a los costados del bloque.Chicol, quien hasta las 22 horas del día anterior a la develación trabajaba en la escultura, comprende las opiniones de los espectadores, peroexplica que la misma aún no ha sido concluida, ya que solo tuvo 45 días para trabajar, y se piensa incrustarle detalles en la base y a los lados.Demetrio Raxché, miembro de la Comunidad Kaji’ Imox,...