Parábola, Extracción De Valores.

Educ. Para la Fe

03/12/2012
Instituto Niños Cantores del Zulia
David Barceló

Valores.
“Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción yplenitud.

Nos proporcionan una pauta para formular metas y propósitos, personales o colectivos. Reflejan nuestros intereses, sentimientos y convicciones más importantes.

Los valores se refieren a necesidades humanas y representan ideales, sueños y aspiraciones, con una importancia independiente de las circunstancias.

Encanto Silvestre.

“Todos los días, un anciano dueño de unos pocos animalesy un puñado de tierra, despertaba con las primeras luces del sol para comenzar su jornada. Lo primero en su lista de quehaceres, era un corto espacio de meditación en el cual daba gracias a Dios por el nuevo día que le permitía vivir, luego, sigilosamente, salía del reducido espacio en el cual dormía, su sigilo se justificaba, pues afirmaba que los animales poseían el mismo derecho que el adisfrutar de una buen siesta.
Al salir al patio de su granja, tomaba un pellizco de comida para aves y lo repartía entre las que, cada mañana, fieles, entonaban en agradecimiento, los más hermosos sonidos que sus pequeñas gargantas le permitían. Luego, ordeñaba a su madrugadora vaca Victoria, era una vaca muy divertida, pues cada vez que el anciano culminaba el ordeño, su sonrisa no se borraba delrostro. Terminada tan animada labor, el anciano iba a sus establos, en los cuales dormían, plácidos, sus dos caballos, Hocico y Crin, despertaba a ambos con una canción que día a día, desde que eran potros, cantaba.
Rápidamente tomaba sus herramientas de trabajo y se apresuraba al bosque. El camino desde su granja hasta el bosque era no menos que la humilde cantidad de cuatro kilómetros, pero,acompañado de sus dos compañeros, recorría gustosamente los cuatro kilómetros de trecho.
En su original peregrinar, el anciano realizaba interminables charlas, tanto con sus dos acompañantes, como con cualquier cantidad de animales que consiguiera, el aseguraba que así, era, considerablemente, más corto el tiempo de llegada al bosque, al llegar al bosque, el anciano se adentraba, buscaba un buenespacio para que sus caballos tomaran sombra y se sentaba a descansar junto con ellos.
Todos los días un joven camarada de trabajo, así lo consideraba el anciano, salía un poco más tarde que él dirigiéndose al mismo lugar, al llegar ahí, siempre, el joven e insensato leñador, obsequiaba al anciano su mejor y más orgullosa sarta de improperios, entre las que se mezclaban palabras como, - ¡Ah!, yaestás aquí, inútil bueno para nada, ¿no te cansas de que te repita lo mismo todos los días?, lárgate de este lugar, ¿no ves que es el apropiado para que descanse mis seis caballos?, vamos fuera, largo -.

El anciano si inmutarse, a cambio, obsequiaba al joven con una de sus más sinceras sonrisas, no sin antes, murmurando para sí decía, - ¡Oh padre!, perdónale, la juventud ciega suentendimiento. Luego se retiraba, sonriendo, ignorando al joven, y admirando la maravilla que a su alrededor tenía lugar.

Prontamente se dirigía al corazón del bosque, donde los arboles eran casi tan ancianos como él, al llegar allí saludaba con entusiasmo a todos los que allí estaban, y luego de recibir de ellos su habitual crujir de ramas, se disponía a realizar su rutinaria labor, tomaba su sencillahacha, se dirigía a un árbol y se sentaba a sus pies por un espacio de tiempo indeterminado, en ese período de tiempo, por increíble que parezca, nuestro anciano dialogaba profundamente con el árbol, en sus conversación, se escuchaba lo siguiente, - ¡Hola, soy yo!, deseo pedirte algo, ¿Te apetece hablar conmigo?, gracias, mi petición es la siguiente, ¿podría cortar tus ramas secas y las no tan...