Pedagogia del oprimido
Una vez alcanzada la claridado casi claridad de la opresión se debe aceptar la lucha para superar la contradicción en que están.
El diálogo permite que simultáneamente ambos aprendan a travésde un proceso dialéctico. Para que exista verdadera educación no debe haber meros receptores y emisores, por el contrario los actores deben ser ambos interlocutores.Debe de haber una colaboración entre el líder y el pueblo. Lo que exige la acción del dialogo, cualquiera que sea el momento de la acción revolucionaria, ésta nopuede prescindir de la comunión con las masas populares. El esfuerzo por una unión con el pueblo no puede ser un trabajo de mera esloganización, sino el resultado dela acción del diálogo con él.
Es interesante la teoría sobre la dominación subliminal de las masas por parte del opresor, del líder que conduce para sacar créditosde la situación quien a través de la antidialogicidad pone en práctica su doctrina y arrastra al oprimido.
Aquel al que en su formación no se le ha dadoposibilidad de dialogar, de crear, de descubrir, de expresarse, de ser escuchado, de conocer su realidad circundante y de modificarla corre el peligro de ser manipulado, yvive como un oprimido o como un esclavo (por que no también de las marcas comerciales, de los medios de comunicación social, etc.) aunque en su casa no tenga rejas.
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