pessoa
Analizándome esta tarde, descubro que mi sistema de estilo se asienta en dos principios, einmediatamente, y con la buena manera de los buenos clásicos, erijo estos dos principios en fundamentos generales de lodo estilo: decir lo que se siente exactamente cómo se siente: claramente, si esclaro; oscuramente, si es oscuro; confusamente, si es confuso; comprender que la gramática es un instrumento, y no una ley.
Supongamos que veo ante nosotros una muchacha de modales masculinos. Un entehumano vulgar dirá de ella, «Esa muchacha parece un muchacho». Otro ente humano y vulgar, ya más cerca de la conciencia de que hablar es decir, dirá de ella «Esa muchacha es un muchacho». Otroigualmente consciente de los deberes de la expresión, pero más animado por el afecto de la concisión, que es la lujuria del pensamiento, dirá de ella «Ese muchacho». Yo diré «Esa muchacho», violando la máselemental de las reglas gramaticales, que manda que haya concordancia de número, entre la voz substantiva y la adjetiva. Y habré dicho bien: habré hablado en términos absolutos, fotográficamente, fuerade la vulgaridad, de la norma, y de la cotidianeidad. No habré hablado: habré dicho.
La gramática, al definir el uso, hace divisiones legítimas y falsas. Por ejemplo, divide los verbos en transitivose intransitivos; sin embargo, el hombre de saber decir tiene muchas veces que convertir un verbo transitivo en intransitivo para fotografiar lo que siente, y no para, como el común de los animaleshombres, el ver a oscuras. Si quiero decir que existo, diré «Soy». Si quiero decir que existo «Soy yo». Pero si quiero decir que existo como entidad que a sí misma se dirige y forma, que ejerce junto a...
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