Piola

24.000 personas mueren al día por hambre. 840 millones de personas están mal nutridas y de está cifra, 200 millones son niños menores de 5 años. Más de 1.800 millones de seres humanos no tienenacceso a agua potable y 880 millones de personas no disponen de los servicios básicos de la salud. Se pueden ampliar las estadísticas hasta el infinito, pero más vale entender las causas de esta tristerealidad y, sobre todo, saber cómo se puede combatir tanto la desigualdad entre los seres humanos como la pobreza.
Pues, causas para la miseria hay muchas: guerras civiles, catástrofes naturales,epidemias, la corrupción o un alto endeudamiento del Estado, para nombrar algunas. Sin embargo, hay otro elemento mucho más mayor que todas estás razónes juntos, un elemento llamado globalización.
Laapertura de los mercados nacionales para obtener un mercado “global” llevó adelante la disminución de los salarios, la pérdida del poder adquisitivo de las familias y, en consecuencia, un desempleo masivo.Debido a todos estos factores, la globalización también disparó una competencia de precios, cuyo consecuencia es el aumento astronómico de los costos para los alimentos. La incapacidad para hacerfrente al incremento empuja a miles de personas a la calle.
Los países ricos promueven el “movimiento global” para bañarse cada vez más en la riqueza, mientras al mismo tiempo el número de pobres crecesin pausa. Entonces, ¿cómo puede ser que mueran millones de personas por hambre, mientras en la otra parte del mundo las seres humanos tiran la comida en la basura?
Según Bernando Kliksberg, uno delos máximos expertos en políticas sociales en lucha contra la pobreza, el “tema central es el acceso”. Kliksberg no se refiere al dinero, sino al acceso a los alimentos. Hoy en día se produce máscomida que nunca en comparación con cualquier otro periodo histórico. En su libro “Primero la gente”, dice que se desató una competencia feroz entre el estómago de los pobres y los motores de los...