Por día, semana y año: rituales y rutinas en la escuela
Páginas: 3 (517 palabras)
Publicado: 12 de junio de 2011
Por día, semana y año: rituales y rutinas en la escuela
La formación matutina comenzaba a las 7:20, y los lunes por la mañana el horario era aun más apretado, pues la ceremonia cívica; que por logeneral duraba 20 minutos, restaba un poco de tiempo a la primera clase. En cada grupo, los alumnos se formaban por estatura, el más bajo hasta el frente y el más alto al final. Se esperaba que el jefede grupo ayudara a organizar las filas, rara vez se lograba.
Por lo general se seguía una breve serie de movimientos militares. Esta práctica ritual parecía marcar la transición de los alumnos deuna especia de estado de conciencia de la calle a uno de escuela. Casi todas las mañanas, los alumnos que llegaban después de la primera llamada al orden eran obligados por un maestro a pararse, pordesgracia, a pararse en una fila separada. No se les permitía que se incorporaran a su grupo hasta la primera clase.
Con frecuencia, los directivos inspeccionaban las filas y señalaban a determinadosalumnos – casi siempre varones – para criticarlos. Mencionar el apellido del alumno indicaba cierta notoriedad, señal de que no era su primera infracción. Los lunes siempre implicaban el acto cívico, elcual presencie por primera vez durante mi visita. Me impresiono, y me siguió impresionando casi siempre la falta de entusiasmo con que cantaban los alumnos. Cuando terminaba el deslucido himno,varios miembros del grupo que tenía a su cargo la ceremonia de esa semana se leían breves efemérides.
Si un salón estaba sin vigilancia cuando llegaban, los alumnos se sentaban o se pasaban el tiempobromeando o platicando con sus amigos. Algunas maestras exigían que los estudiantes se levantaran formalmente y las saludaran “buenos días, maestra”, cuando llegaban; otras simplemente entraban al salóny se dirigían a su escritorio sin decir nada. Una parte importante del aprendizaje de los alumnos era conocer y adaptarse a esas diferencias. (Sandoval, 1998 a, 1998b).
Gracias a la distribución...
La formación matutina comenzaba a las 7:20, y los lunes por la mañana el horario era aun más apretado, pues la ceremonia cívica; que por logeneral duraba 20 minutos, restaba un poco de tiempo a la primera clase. En cada grupo, los alumnos se formaban por estatura, el más bajo hasta el frente y el más alto al final. Se esperaba que el jefede grupo ayudara a organizar las filas, rara vez se lograba.
Por lo general se seguía una breve serie de movimientos militares. Esta práctica ritual parecía marcar la transición de los alumnos deuna especia de estado de conciencia de la calle a uno de escuela. Casi todas las mañanas, los alumnos que llegaban después de la primera llamada al orden eran obligados por un maestro a pararse, pordesgracia, a pararse en una fila separada. No se les permitía que se incorporaran a su grupo hasta la primera clase.
Con frecuencia, los directivos inspeccionaban las filas y señalaban a determinadosalumnos – casi siempre varones – para criticarlos. Mencionar el apellido del alumno indicaba cierta notoriedad, señal de que no era su primera infracción. Los lunes siempre implicaban el acto cívico, elcual presencie por primera vez durante mi visita. Me impresiono, y me siguió impresionando casi siempre la falta de entusiasmo con que cantaban los alumnos. Cuando terminaba el deslucido himno,varios miembros del grupo que tenía a su cargo la ceremonia de esa semana se leían breves efemérides.
Si un salón estaba sin vigilancia cuando llegaban, los alumnos se sentaban o se pasaban el tiempobromeando o platicando con sus amigos. Algunas maestras exigían que los estudiantes se levantaran formalmente y las saludaran “buenos días, maestra”, cuando llegaban; otras simplemente entraban al salóny se dirigían a su escritorio sin decir nada. Una parte importante del aprendizaje de los alumnos era conocer y adaptarse a esas diferencias. (Sandoval, 1998 a, 1998b).
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