Proyectos

Cuando nos referimos a la expresión paternidad y maternidad responsable, vienen a la memoria aquellos antiguos conceptos que por el año 1965, la limitaban casiexclusivamente a la planificación familiar, y en forma muy específica, a la decisión explícita de la pareja de reducir, -considerablementepara la época-, la concepción de los hijos dentro de su unión. (Porque, no se puede desconocer que aún el concepto de “planificación familiar” resulta absolutamentelimitado cuando la asociamos sólo con la cantidad de hijos que se desea tener, considerando que planificar una familia es tomar la decisión conjunta acerca del tipo de éstaque se desea conformar, lo que determinará finalmente la dinámica que se generará en su interior).
Los grandes cambios sociales y económicos, también fuerongenerando una evolución en la conformación de nuestras familias, toda vez que la conciencia antigua de procrear mayor cantidad de hijos, con un fin económico, o sea traer almundo una mayor cantidad de “peones”, que ayudasen a la provisión familiar, fue quedando atrás una vez que la conciencia social se fue extendiendo por la educación y porqueel país comenzó a posicionarse en la lista de los “en vías de desarrollo”. Es así como encontramos que el Censo de 1992 declaraba que, en los últimos 30 años, lasmujeres chilenas pasaron de tener 5,3 hijos en promedio, a sólo 2,5, principalmente porque la mujer comenzó a salir al mundo laboral en forma masiva, y no tenía posibilidadesde cumplir con su trabajo y con la crianza de un gran número de hijos como antaño. La salida de la mujer de su casa, comenzó a generar otras dinámicas que ampliaron.