Psicoanalisis y juego

EL PSICOANÁLISIS Y EL JUEGO DEL NIÑO

El psicoanalista de niños, llega a ser importante desde la función del juego. Se dice que al jugar el niño se revela con toda su lozanía y espontaneidad, no se ocultan los sentimientos que animan. De esta manera, esta actividad tiene una importancia evidente para el niño y es, a la vez la expresión de las formas actuales de la organización de supersonalidad y como un modo estructurador frente a las organizaciones más tardías.
Los niños repiten en sus juegos todo aquello que en la vida les ha causado una intensa impresión y que de este modo procuran una salida a la energía de la misma, haciéndose, por decirlo así de ser grandes y poder hacer lo que los mayores.
Es posible estudiar la secuencia del juego en tres periodos:1. Un niño de dieciocho meses, que solo posee rudimentos del lenguaje, que no tiene defecto alguno a los ojos de los que le rodean; que respeta generalmente las consignas de los adultos y no toca los objetos vedados, ni protesta ni llora jamás durante las ausencias de su madre, que a veces son largas. La actividad consistente en arrojar lejos todos los objetos que están en su mano y se conviertepara él en un juego por que recibe gusto al pedir al adulto que le devuelva lo que arrojó lejos.
2. La actividad de este bebé se hace mas claramente lúdica cuando se sirve del carrete prendido de un hilo que conserva en la mano. Se alegra sobre todo cuando lo hace volver, después de haberlo arrojado diciendo igualmente.
3. La actividad lúdica, enriquecida poco a poco con unasignificación completa, a medida que se desarrolla el niño, se pone finalmente al servicio de su agresividad cuando, hacia los dos años y medio, arrojando sus juguetes al suelo.

El estudio de esta secuencia de juego da testimonio de la evolución de la relajación objetal. En la medida en que el niño no percibe al principio el objeto más que cuando lo necesita, después cuando lo ve, puededecirse que el juego consiente en hacer desaparecer un objeto, aun sabiendo que puede volver, testifica la conciencia de la permanencia de las cosas. A medida que el juego se inscribe en el marco de la actividad simbólica, evidentemente ya no es necesario el adulto para que el niño consiga con ello plena satisfacción. Con el progreso de la diferenciación objetal, el juego se convierte cada vez másen un proceso simbólico para dominar las relaciones penosas con las imágenes introyectadas.
Es posible considerar diversos aspectos del dominio que permite ejercer y que puede compararse al que la pesadilla proporciona frente al acontecimiento traumático que frecuencia la prepara:
1. El niño, en vez de sufrir pasivamente la ausencia de la madre, utiliza un comportamiento activo que laobliga a volver. R. Spitz, considera que un momento fundamental en la evolución del juego del niño reside es este paso de la pasividad a la actividad, en un movimiento de identificación con la madre frustradora.
2. El niño que arroja un objeto y logra atraer la atención de su madre da a entender también, con este comportamiento, su agresividad, como si dijera: “Te arrojo, ya que me abandonas”.Al jugar de esta forma delante del espejo, el pequeño se identifica con la persona que se iba y lo abandonaba, para volver. La incorporación del objeto frustrante, mas la identificación con este objeto por introyeccion condujeron al dominio de su imagen.
Erickson describe también una función agresiva y tranquilizadora de este juego del carrete. La madre es herida cuando vuelve por que puedeconstar que su hijo puede jugar sin ella: “Juego y me divierto sin ti”; pero este juego la valoriza también: “mi muchacho es lo suficientemente grande como para haber inventado un juego”.
Para Winnicott estos objetos, a los que llama transnacionales, tienen una importancia esencial en la evolución de la relación objetal, por que señalan una etapa organizadora entre la necesidad del objeto y...