Psicoanalisis
Páginas: 3 (647 palabras)
Publicado: 10 de noviembre de 2012
JARABE PARA LA MUERTE
En múltiples partes del mundo se denunciaron numerosas series de asaltos en la vía publica: “arrebatos de estornudos”. Los robos a plena luz del día fueron realizados por unmismo individuo repetidas veces y, de forma intermitente, en todos los continentes.
Los testimonios de las víctimas fueron siempre los mismos: “Me encontraba caminando tranquilamente por las callesde mi localidad, cuando anticipé que iba a estornudar. Hice una pausa en mi caminata, alcé una mano en dirección a mi rostro y, antes de tener la oportunidad de dejar salir dicho espasmo, un hombrede estatura media, tez clara y cabello castaño, puso su mano en frente de mi nariz y el estornudo se había ido en un clin d'œil, junto con él”. Atestigua un comerciante français, al igual que unamédica ucraniana, un oficinista neoyorquino, un licenciado bonaerense, entre muchos más.
Los primeros “robos” no fueron denunciados, puesto que las victimas de los mismos dejaron correr el suceso sinpena ni gloria, hasta que un empresario coreano, totalmente indignado por el fugaz arrebato, procedió a realizar la declaración. Así desencadenando, cual efecto dominó, la frenética búsqueda globalde dicho “cleptómano de estornudos”.
EL GÉNESIS DE UN ENIGMA
Con el discurrir de los días, más casos se fueron acumulando en los escritorios de las comisarías locales. Poco a poco, las redessociales se plagaron de cadenas de e-mails, fotos y comentarios sobre los atracos, tanto verídicos como trillados, y no tomo mucho más tiempo en ser difundidos por televisión, bajo el polémico slogan:“secuestrador de estornudos”.
Se distribuyeron policías y cámaras de seguridad en las calles. Cada vez más desconfiados unos de los otros, los ciudadanos comenzaron a resguardar sus narices, y los másadinerados contrataron guarda espaldas.
MANOS A LA OBRA
No hubo ninguna medida de seguridad que lograra frenar al protagonista de la trama global que sofocaba al planeta y a cada uno de sus...
En múltiples partes del mundo se denunciaron numerosas series de asaltos en la vía publica: “arrebatos de estornudos”. Los robos a plena luz del día fueron realizados por unmismo individuo repetidas veces y, de forma intermitente, en todos los continentes.
Los testimonios de las víctimas fueron siempre los mismos: “Me encontraba caminando tranquilamente por las callesde mi localidad, cuando anticipé que iba a estornudar. Hice una pausa en mi caminata, alcé una mano en dirección a mi rostro y, antes de tener la oportunidad de dejar salir dicho espasmo, un hombrede estatura media, tez clara y cabello castaño, puso su mano en frente de mi nariz y el estornudo se había ido en un clin d'œil, junto con él”. Atestigua un comerciante français, al igual que unamédica ucraniana, un oficinista neoyorquino, un licenciado bonaerense, entre muchos más.
Los primeros “robos” no fueron denunciados, puesto que las victimas de los mismos dejaron correr el suceso sinpena ni gloria, hasta que un empresario coreano, totalmente indignado por el fugaz arrebato, procedió a realizar la declaración. Así desencadenando, cual efecto dominó, la frenética búsqueda globalde dicho “cleptómano de estornudos”.
EL GÉNESIS DE UN ENIGMA
Con el discurrir de los días, más casos se fueron acumulando en los escritorios de las comisarías locales. Poco a poco, las redessociales se plagaron de cadenas de e-mails, fotos y comentarios sobre los atracos, tanto verídicos como trillados, y no tomo mucho más tiempo en ser difundidos por televisión, bajo el polémico slogan:“secuestrador de estornudos”.
Se distribuyeron policías y cámaras de seguridad en las calles. Cada vez más desconfiados unos de los otros, los ciudadanos comenzaron a resguardar sus narices, y los másadinerados contrataron guarda espaldas.
MANOS A LA OBRA
No hubo ninguna medida de seguridad que lograra frenar al protagonista de la trama global que sofocaba al planeta y a cada uno de sus...
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