Reflexiones proyecto granja avicola

Reflexiones previas al proyecto de una granja avícola (I)

Con alguna frecuencia, llegan a los consultores personas que desean emprender una actividad ganadera, eligiendo las aviculturas alternativas como abanico en el que aún hoy es posible acceder a modelos de negocio de interesante rentabilidad. En su mayoría, provienen del medio rural, en el que ya cuentan con una actividad agraria. Perotambién se dan interesados en este campo entre personas que desarrollan sus actividades profesionales o laborales en otros sectores industriales o comerciales. Unos y otros suelen disponer de terrenos y, a veces, de más o menos antiguas edificaciones en desuso, que presumen poder aprovechar. Atraídos por un crecimiento, bastante lento, pero progresivo, de la demanda de productos avícolas de gamaalta, suelen tener ya una idea preconcebida del negocio avícola que les gustaría emprender, basado, en ocasiones, en sus preferencias por una determinada ave. Pero a causa de diferentes condicionantes -personales, comerciales, infraestructurales, técnicos, etc.- no siempre es posible desarrollar el propósito que los animosos promotores velan en largas noches sin almohada.

¿Cómo enfocar el negocio,cómo y a quién voy a vender mis productos, qué especie animal es la más adecuada para mis propósitos, qué medios necesito, cuánto dinero hará falta, cómo debo planear mi granja…?

Las preguntas se atropellan desordenadamente y es preciso meditarlas y anotar las posibles respuestas, para descartar después las menos favorables.

En este trabajo que, por su extensión, hemos de repartir en dos otres entregas, tratamos de hacer un repaso -seguramente incompleto- de las reflexiones en las que debiera sumergirse todo aquél que proyecte abrirse camino en este apasionante mundo de la producción avícola con valor añadido. Pero, antes de entrar en detalles sobre las particularidades de los alojamientos y de los equipos que consideramos necesarios para la crianza de determinadas especiesaviares alternativas, es preciso hacer una referencia a las limitaciones económicas que, por lo general, impone el pequeño volumen de producción que alcanzan la gran mayoría de explotaciones. Es decir, salvo algunas excepciones, el tamaño de las explotaciones dedicadas a la crianza de pollos y/o de gallinas camperos, ecológicos, capones y pulardas, patos, perdiz roja, faisanes, etc. no suele llegar a loque consideraríamos como una «unidad de trabajo/hombre» -UTH- capaz de ocupar la jornada laboral de una persona durante todo el año. Este hecho condiciona considerablemente las inversiones en instalaciones y equipamientos, tendiéndolas hacia la simplicidad de elementos y de materiales hasta tal punto, a veces, que ultrapasa los límites de lo razonable para garantizar un mínimo confort a losanimales, en cuya calidad de vida es preciso detener nuestra euforia inicial.

El carácter familiar de muchas pequeñas explotaciones, nacidas con el propósito de cambiar o de complementar la economía doméstica y, también, el desconocimiento de las necesidades de las aves a explotar y de los factores ambientales que pueden afectar a sus rendimientos zootécnicos, abonan, además, la tendencia hacia lasconstrucciones simples, con nula o baja calidad técnica y hacia el aprovechamiento de dependencias existentes sin ningún tipo de remodelación o adaptación a los requerimientos necesarios.

El mosaico de posibilidades de negocio en el campo de las aviculturas alternativas es atrayente para muchos pequeños productores, pero en la elección del mismo no siempre se valoran todos los condicionantesque aseguren un mínimo éxito del proyecto.

Si bien es importante y debe hacerse lo posible por economizar en las inversiones y tratar de aprovechar locales existentes, no lo es menos el que ello se haga bajo la base de unos conocimientos mínimos de las necesidades vitales del ave a criar, en cada uno de los momentos de su vida: espacio, densidad animal posible, ventilación, calefacción,...