resumen
Mientras los osos disfrutaban del aire puro, unaniña de pelo rubio y rizado llamada Ricitos de Oro, que había salido a recolectar flores para su hogar, se encontró con una casa muy bonita, de la que salía un apetitoso olor a pan recién tostado.Como tenía mucha hambre y no vio a nadie por el lugar, se introdujo en la casa para coger algo de comer.
Una vez dentro, descubrió 3 cuencos de diferentes tamaños, llenos de deliciosa leche.Primero, atacó al tazón más grande, pero la leche estaba casi ardiendo. Después probó el mediano, pero tampoco le gustó porque la leche estaba helada, pasándose al más pequeñín, que sorpresivamente teníala temperatura adecuada.
Saciada su hambre, se dirigió hasta la habitación contigua para seguir curioseando. Allí, se encontró 3 sillas diferentes, que no pudo dejar de probar. La más grandeera demasiado incómoda, la mediana era demasiado alta y la pequeña, al igual que el caso anterior, la ideal para ella. Desgraciadamente, no estaba preparada para aguantar su peso y se rompió a lospocos minutos.
Agotada ante tanto ajetreo, buscó un en el piso de arriba la habitación de los osos para descansar. Otra vez tuvo que probar las tres camas con las que se encontró, quedándosedormida en la más pequeña, que era la que más se parecía a la suya.
Un rato después, los osos volvieron del paseo, encontrándose con que alguien o algo habían entrado en su casa.
-Alguienha probado mi leche-dijo el padre enfadado-.
-La mía también la probaron-dijo mama osa-
-Se bebieron toda mi leche-dijo muy triste el osito-
Acto seguido, pasaron a la...
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