En
este
artículo
se
recuerda
la
envergadura
y
complejidad
de
la
crisis
global
que
afecta
a
todas
las
economías.
Una
perturbación
de
tal
calibre
que
supone
un
reto
importantísimo
para
la
economía
española.
Todos
los
datos
económicos,
PIB,
tasa
de
desempleo
o
afiliaciones
a
la
Seguridad
Social,
confirman
que
la
economía
española
se
está
adentrando
en
una
profunda
recesión.
La
primera
idea
que
nos
trasmite
el
autor,
es
que
la
actual
situación
de
crisis
en
España
es
el
resultado
de
dos
procesos.
Por
un
lado
de
origen
interno,
que
es
la
inevitable
corrección
de
la
larga
fase
de
crecimiento
excesivo
que
habíamos
tenido.
Y
por
otro
la
crisis
internacional
que
surgió
y
que
se
superpuso
a
nuestra
situación
obligándonos
a
enfrentarnos
a
ella
en
condiciones
extremadamente
adversas.
España
ha
gastado
por
encima
de
sus
posibilidades
durante
mucho
tiempo,
y
o
bien
las
generaciones
futuras
cubren
las
expectativas
de
ventas
sobre
las
que
se
hicieron
los
gastos
o
al
final
se
tiene
que
producir
el
ajuste.
Los
bajos
tipos
de
interés
y
su
rápida
trasmisión
a
los
costes
financieros,
por
la
predominancia
de
los
préstamos
de
tipo
variable
y
la
abundancia
de
crédito,
permitieron
a
las
familias
y
las
empresas
endeudarse.
Todos
estos
desajustes
solo
serian
sostenibles
si
la
productividad
en
España
fuera
similar
a
la
del
resto
de
países
avanzados,
pero
esto
no
era
asi,
estábamos
muy
por
debajo
de
la
zona
Euro
y
de
EEUU.
Los
costes
laborales
unitarios
habían
crecido
por
encima
de
los
de
la
zona
euro
y
el
incremento
de
los
márgenes
empresariales
por
la
mayor
demanda,
sostuvieron
los
diferenciales
de
la
inflación
a
pesar
de
que
se
incrementaba
el
déficit
en
cuenta
corriente.
En
España
se
daban
además
condiciones
favorables
para
una
adecuada
expansión
de
la
demanda
de
viviendas,
dinamismo
poblacional,
condiciones
financieras
favorables,
expectativas
de
venta
y
ventajas
de
localización.
Por
lo
que
se
produjeron
desajustes
en
la
sobrevaloración
de
los
precios.
El
sector
inmobiliario
es
el
mayor
exponente
de
los
desequilibrios
acumulados
durante
la
expansión
económica.
Las
entidades
financieras
españolas
estaban
suficientemente
protegidas
frente
a
las
malas
prácticas
que
habían
desencadenado
la
crisis
internacional
y
han
aguantado
en
el
tiempo
,
cosa
que
otras
no
han
hecho,
incluso
han
quebrado.
Sin
embargo,
esta
crisis,
ha
hecho
que
cambien
las
tendencias
de
las
entidades,
de
una
expansión
audaz,
han
pasado
a
intentar
tener
el
menor
apalancamiento
posible
en
sus
balances.
Por
lo
que
la
crisis
internacional
ha
pasado
a
ser
una
crisis
credicitaria,
que
pasa
por
la
No
disponibilidad
de
crédito
a
las
familias
y
a
las
empresas.
El
FMI,
en
sus
últimas
previsiones
indicaba
que
todas
las
economías
se
encaminaban
a
una
profunda
recesión,
la
comisión
europea
espera
una
constricción
de
2
puntos
que
afectaría
a
todas
las
economías.
En
España
esto
tiene
varias
repercusiones,
una
nos
priva
del
apoyo
externo,
que
podía
compensar
las
disminución
del
consumo
interno,
segunda
agrava
el
impacto
sobre
la
confianza
de
los
agentes
y
acelera
la
disminución
del
gasto
más
de
lo
deseado,
tercera
acentúa
la
urgencia
de
disminuir
el
endeudamiento
de
las
entidades
y
cuarta
el
acceso
a
la
financiación
externa
se
vera
limitado
y
encarecido.
El
efecto
más
inmediato
de
la
crisis
fue
la
corrección
del
sector
inmobiliario,
con
una
disminución
de
la
demanda,
que
junto
con
la
finalización
de
viviendas
retrasadas
produjo
un
exceso
de
oferta
que
hizo
bajar
los
precios.
Además
se
produjo
un
incremento
del
paro
por
la
no
iniciación
de
mas
viviendas.
Así
pues
la
economía
Española
se
enfrenta
a
cinco
retos
para
intentar
superar
esta
crisis
...
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