Revolución Mexicana

Universidad Nacional Autónoma de México

La Revolución Mexicana y la intervención de Estados Unidos.
El 6 de noviembre de 1911 Francisco I. Madero rinde protesta como presidente de la República.
Un reportero del diario del Hogar refirió con agudeza que en el acto oficial de transmisión del poder ejecutivo contrastó con la actitud hostil de los legisladores con la entusiasta del pueblo de lasgalerías y que en el Salón Verde de la Cámara se percibió con cierto recelo en los integrantes del ejército que acudieron a saludar al presidente, los diputados y senadores habían sido “electos” durante el gobierno porfirista y el ejército era al que había tenido por enemidgo de la revolución. Los dos grandes problemas que el coahuilense asumió fueron: la pacificación y el licenciamiento de lastropas que aun se hallaban armadas; y por otra la modificación de aquellos preceptos constitucionales que debían reformarse conforme a las demandas de la lucha.
El gabinete presidencial carecía de los revolucionarios más radicales, era un indicio de que Madero implantaría como mística de su gobierno la conciliación.
Los sectores adversos se expresan.
Al inicio del gobierno de Madero huboalgunos rumores de atentados y levantamientos atribuidos a ex revolucionarios o miembros del ejército federal, que el gobierno desmintió categóricamente, esforzándose por demostrar que el principio de la legalidad se fortalecía.
No se autoriza que Bernardo Reyes encabezara una contrarrevolución, pero con respecto del caso de Morelos se expresa… “[…] no siendo ya posible llegar a una solución pacífica,el gobierno de mi cargo ha decidido no volver a entrar en arreglos con bandidos, pues la política de transacciones no sería aplicada en los casos de abierta rebelión o bandidaje.”.
Por otra parte el Plan de Ayala que tenía como objeto lograr que se cumpliera el de San Luis Potosí, destacaba que Madero había ultrajado la fe y las libertades del pueblo, que no había llevado a buen término larevolución que inició con el apoyo de “dios” y del pueblo, pues había dejado en pie los elementos corrompidos del gobierno dictatorial, y que había eludido el cumplimiento de sus promesas, encarcelando, persiguiendo o matando a los revolucionarios que lo ayudaron a ocupar la Presidencia.
La libertad de expresión en entredicho.
A menos de un mes de haber iniciado su gobierno, Madero no había avanzadomucho en el licenciamiento y tendría que hacer frente no sólo a los levantamientos formalizados en los planes de la Soledad y de Ayala, sino a los continuos ataques que le dirigía la prensa por asuntos como la acusación de que había agotado las reservas del Tesoro y de que había hipotecado los ferrocarriles nacionales.
Los periódicos se convirtieron en el escenario de combate entre los vocerosdel antiguo régimen, los maderistas y los antiguos correligionarios del Presidente, inconformes ahora por su “falta de radicalismo”.
A Madero le preocupaba la actitud de la prensa, que en su opinión sembraba tal desconcierto e intranquilidad en el extranjero, que había impedido la llegada de muchos capitales que #habrían venido a nuestro país a fertilizar nuestros campos”, y “a hacer prosperarnuestras industrias”
La contradicción del proyecto Maderista.
Al término del año de 1911, el problema zapatista era más grave para el gobierno, pues Bernardo Reyes se había “entregado”, tras afirmar que ni el pueblo ni el ejército habían acudido a su llamado. Madero tomó determinaciones drásticas frente al caso de Morelos: el 19 de enero decretó suspensión de garantías individuales durantecuatro meses en los estados de Morelos y Guerrero y en algunos distritos de Puebla y del estado de México; encargó al general Juvencio robles de la campaña contra los zapatistas; decretó la pena de muerte para los salteadores de caminos, para los que descarrilaran o dañaran ferrocarriles, disparan sobre los trenes, pusieran explosivos, cometieran plagios y robos con violencia, mataran e incendiaran....