Rosa
El proceso de simbolización, tal como lo concibeGuillermo, tiene poco que ver con la metafísica, con el filósofo que razona partiendo de los primeros principios. Así lo ve Adso de Melk:
-Pero entonces -me atreví a comentar-, aún estáis lejos dela solución...
-Estoy muy cerca, pero no sé de cuál.
-¿O sea que no tenéis una única respuesta para nuestras preguntas?
-Si la tuviera, Adso, enseñaría Teología en París. -¿En París siempre tienen la respuesta verdadera?
-Nunca, pero están muy seguros de sus errores. [164]
-¿Y vos? -dije con infantil impertinencia- ¿Nunca cometéis errores?
-A menudo-respondió-. Pero en lugar de concebir uno solo, imagino muchos, para no convertirme en esclavo de ninguno.
Me pareció que Guillermo no tenía el menor interés en la verdad, que no es otra cosa que laadecuación entre la cosa y el intelecto. Él, en cambio, se divertía imaginando la mayor cantidad posible de posibles. (pág. 374) (la cursiva es nuestra).
Pero la concepción «ingenua» de laliteratura descubre un imprescindible nexo entre «literatura» y «verdad», literatura («poesía»), en la determinación terminológica espontánea que se ha venido configurando a partir del siglo XVIII,presupone comunicación mediante la que se comparte un «descubrimiento», una parcela de la realidad. El lenguaje que se caracteriza precisamente por estar ahí en lugar de otra cosa y, más aún, por...
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