San Agustin

“¿Qué es, pues, el tiempo? ¿Quién podrá comprenderlo con el pensamiento, para hablar luego de él?… Si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé”.
San Agustín, Confesiones (Libro XI, capítulo XIV)
San Agustín en su obra Las Confesiones, dedica el Libro XI a la discusión sobre la naturaleza del tiempo. Reflexionando respecto a la pregunta que muchossuelen hacer: ¿qué hacía Dios antes de crear el mundo?, San Agustín se pregunta por qué tiempo podría haber existido antes de cualquier criatura. Esta pregunta carece de sentido, afirma, pues no es posible concebir un ‘antes’ previo a la Creación, ya que simultáneamente con ella el tiempo comienza a existir, de lo que resulta que no hubo tiempo antes de la Creación misma. Intentando entoncesavanzar en esta indagación sabe que necesita aclarar primero qué entiende por tiempo. Sin embargo, aún cuando el concepto de éste hace parte de su cotidianidad, no puede explicarse qué significa.
Al despertar se mira el reloj y se asume que la hora que da es el tiempo que es, y es el tiempo que ha corrido desde que fue noche. Cuando se espera, se cuenta el tiempo que transcurre. Al planear una cita,se considera el tiempo en el que se dará el encuentro y lo que falta para que éste ocurra. Continuamente se efectúa el acto de medir el tiempo. Pero, ¿qué es lo que se mide al hacerlo?
San Agustín considera al alma como aquello con lo que se miden las tres formas del tiempo. El alma mide la espera, la atención, y la memoria de lo que acontece. Estas tres acciones son presentadas por San Agustíncomo formas modificadas para referirse a los tres tiempos que comúnmente son llamados pasado, presente, y futuro. La objeción a esta manera corriente de clasificar es encontrada al examinar la definición de cada tiempo.
El pasado, por haber ya sucedido, y no ser más, no existe. El futuro, por otra parte, aún no ha ocurrido y por no haber sido, tampoco existe. San Agustín hace notar que aquelloque no existe no puede ser medido, por lo tanto ni el pasado ni el futuro pueden existir y mucho menos ser medidos. Entonces sólo el presente es, y puede ser medido. Por esta razón las divisiones del tiempo están en función del presente, pues es el único tiempo que existe.
Pese a esto, se suele hablar de lo que pasó y de lo que será. San Agustín se pregunta cómo es posible hablar de lo que no es,de lo que no existe. Resuelve este conflicto explicando que, al considerar el pasado, se remonta a la imagen de lo que fue, que está en la memoria. Asimismo, al hablar del futuro, no se considera lo que no ha sido sino se piensa en los signos y causas que en el presente están, para suponer algo que puede venir. Es así como se explica la posibilidad del concepto del pasado y del futuro: “El problemade medir el pasado, que ya no existe, y el futuro, que no existe aún, es resuelto al hacer que tanto el pasado como el futuro, estén presentes en la mente”[1].
Siguiendo esta línea de pensamiento, se puede justificar la existencia del pasado no porque exista lo que ya no es, sino porque existe la memoria de lo que fue. De igual manera, se puede pensar en la existencia del futuro considerándolocomo la espera de lo que está por venir. Si el pasado es la memoria y el futuro la espera, entonces el presente, al ser el intermedio entre lo que está por venir y lo que ya fue, es la visión, o la atención de lo que está sucediendo.
No obstante, al considerar a fondo qué es el presente, si es acaso un año, un día, una hora, un minuto, o un segundo, son tan infinitas las veces en las que se puededescomponer, que termina siendo inmedible. Por no saber en sí qué es el presente mismo, por no poderlo medir, no se puede reconocer su espacio.
Si el presente no tiene espacio, si el pasado ya no es y el futuro no es aún, ¿qué es lo que se mide? San Agustín se muestra ansioso en la búsqueda de la comprensión del concepto del tiempo, su existencia y la posibilidad de que éste se pueda medir....